Ricardo Ortíz es un sanjuanino de 51 años que es fanático de Juan Román Riquelme. Pero fanático en serio, al punto de emocionarse cada vez que tiene que hablar de él. El amor por el ídolo de Boca es tan grande que lo llevó a tatuarse ¡22 veces!.
Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITERicardo Ortíz es un sanjuanino de 51 años que es fanático de Juan Román Riquelme. Pero fanático en serio, al punto de emocionarse cada vez que tiene que hablar de él. El amor por el ídolo de Boca es tan grande que lo llevó a tatuarse ¡22 veces!.
La historia de este sanjuanino peón de finca, hincha del Xeneize pero con una idolatría por Riquelme pocas veces vista, fue contada en diciembre del año pasado por Tiempo de San Juan. En aquel entonces tenía 16 tatuajes y soñaba con presenciar la despedida de Román, suspendida primero por las elecciones del club y después por la pandemia de coronavirus.
Su fanatismo sorprendió en todos lados. TyC Sport publicó aquella vez "El más fanático de todos". Y no es para menos, lo tiene tatuado en todos lados: brazos, cuello, pierna y abdomen. Está su rostro, el día que humilló a Mario Yepes (River) con un sublime caño, las fechas de su inicio y final en el fútbol, todas las camisetas que vistió y hasta hay una tierna dedicatoria a María Ana, la mamá del ex futbolista, a quien le da “gracias por haber traído al mundo a un crack como Riquelme”.
Este año quiso ir por más y sumó otros seis tatuajes, entre ellos célebres frases del exfutbolista. "La pelota es el juguete más lindo que puede existir" y "Estoy contento de regresar a casa", en referencia a su vuelta a Boca como vicepresidente, son algunas de las declaraciones que están selladas en su piel.
Ese fanatismo de Ricardo por Román, que está latente desde hace más de 30 años, siempre fue a distancia. A penas lo pudo ver jugar en dos oportunidades y siempre en San Juan: en febrero del 2008 cuando los de La Ribera enfrentaron a San Martín en el Hilario Sánchez y luego en septiembre de 2004, cuando Román jugaba en Argentinos. “Nunca tuve la posibilidad de ir a Buenos Aires a verlo. Siempre lo seguí desde acá. Me hubiese gustado conocerlo cuando vino a enfrentar a San Martín”, contó en una nota con este medio.
Este admirador incondicional vive en el Callejón Herrera, en el departamento Santa Lucía. Allí y en cualquier zona aledaña lo conocen como “Román”. “¿Busca al señor que es fanático y tiene muchos tatuajes de Riquelme? Vive allí, en esa casita donde están los niños”, contó en aquella oportunidad un vecino de Ortíz.
“Yo lo sigo de siempre, cuando jugaba en Argentinos. Siempre lo he visto por televisión. Soy hincha de él, no de un equipo. Si hoy pierde Boca me da lo mismo, pero cuando estaba él era distinto”, comentó sobre su fanatismo por Román.