Las vacaciones son un momento para detener la rutina y compartir más tiempo en familia, descansar en soledad, con tu pareja o amigos. En los casos de aquellos que viajan, supone un corte que suele resultar muy saludable para encarar la continuidad del año ya que sales de la cotidianeidad de tu entorno y eso te descomprime.
Pero el retorno no siempre es sencillo ya que para muchas personas les aparece el llamado «síndrome posvacacional», que trae consigo apatía, cansancio, falta de energía, dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, nerviosismo, estrés o, incluso, tristeza.
Queremos contarte que detrás de este síndrome hay varias razones, ya que el regreso al trabajo tras varios días de vacaciones supone un cambio drástico en las rutinas, y si bien somos seres muy adaptables, nos cuesta amoldarnos amoldamos de repente a las nuevas situaciones, y debemos hacerlo de forma progresiva. No podemos pretender que nuestro estilo de vida en un período vacacional pueda cambiarse de forma brusca en cuestión de veinticuatro horas.
Sea como sea la situación a la que se tenga que enfrentar cada persona tras sus vacaciones te vamos a dejar una serie de ideas que te ayudaran a sobrellevar mejor el retorno.
- Realizar una transición gradual
El regreso a casa tiene que ser suave, gradual. No hacer tan brusco el cambio. Un regreso abrupto a las obligaciones puede aumentar el estrés postvacacional. Planificar un retorno escalonado a horarios y tareas permite una adaptación más suave.
Si se ha viajado, es recomendable regresar uno o dos días antes para organizar el espacio, ajustar el horario de sueño y preparar lo necesario para el trabajo o las actividades cotidianas.
- Priorizar y organizar las tareas
Abordar todas las responsabilidades simultáneamente puede resultar abrumador. Elaborar una lista de tareas, comenzando por las más sencillas, y establecer metas diarias realistas facilita el manejo de obligaciones.
Distribuir las actividades en bloques de tiempo manejables ayuda a reducir la sensación de carga, promoviendo la productividad y la satisfacción personal.
- Mantener el entorno en orden
Recomendamos dejar limpia y ordenada la casa antes de las vacaciones. La idea sería llegar y que nos reciba el entorno con una gran energía ya que un espacio limpio y organizado favorece la claridad mental.
Pero si no fuera posible dedicar la primera hora al llegar a casa a ordenar entre todos ya que un ambiente despejado reduce el estrés y facilita la adaptación a la rutina.
- Retomar hábitos saludables
Las vacaciones suelen alterar la alimentación y los horarios habituales. Volver a una dieta equilibrada, comenzando con un desayuno nutritivo, y complementar con actividad física como caminar o practicar un deporte, contribuye a mejorar el bienestar físico y mental. Estos hábitos estimulan la liberación de endorfinas, lo que eleva el ánimo y reduce el estrés.
- Incorporar actividad física regularmente
Realizar ejercicio, incluso actividades simples como caminar, tiene un impacto positivo en el estado de ánimo y la calidad de vida. Se progresivo y comienza de a poco, la idea sería reducir el estrés y generar la energía necesaria para enfrentar el día a día.
Volver de vacaciones no significa volver a la esclavitud. Hacer pequeñas salidas divertidas cuando volvemos de las vacaciones ayuda a no extrañar tanto el periodo de descanso. Mantener espacios para hobbies como leer, pintar o escuchar música son muy recomendables ya que promueven el equilibrio emocional, ayudan a reducir tensiones y a preservar un balance entre las responsabilidades y el disfrute personal.
- Establecer límites saludables. Definir límites claros entre la vida personal y profesional es clave para evitar el agotamiento de la vuelta. Aprender a decir que no cuando sea necesario y priorizar las actividades importantes contribuye a mantener un ritmo sostenible y equilibrado.
- Reforzar vínculos personales
El apoyo de familiares y amigos es fundamental para el bienestar emocional y la vuelta a casa. Organizar momentos de calidad con seres queridos permite fortalecer las relaciones y encontrar un respiro en la rutina diaria.
Reconocer los avances diarios, por pequeños que sean, fomenta la motivación y refuerza el optimismo. El haber podido realizar unas vacaciones es un logro y lo debemos poner en palabras, y por qué no comentarlo en familia o con amigos por ejemplo.
Este hábito no solo impulsa a seguir adelante, sino que también invita a reflexionar sobre aspectos de la vida que pueden ajustarse para incrementar la satisfacción personal.
En lo laboral: ¿Qué debes evitar cuando vuelvas al trabajo?
Para evitar el agobio y el estrés al reincorporarse al trabajo tras las vacaciones y evitar que surja la ansiedad es importante evitar una serie de actitudes:
- No dejes lo más difícil para el final. Seguro que, al volver al trabajo, te encuentras con situaciones no resueltas, proyectos complejos, clientes exigentes, o un jefe que espera resultados. En cualquier caso, te recomendamos que vayas día a día resolviendo lo que sea más urgente y mechando lo rutinario, con idea que no se te acumule el trabajo.
- No priorices tareas tediosas.Cualquier empleo requiere, en algún momento, de realizar tareas mecánicas y tediosas. Sin embargo, para reincorporarse al trabajo tras las vacaciones, todo profesional debería evitarlas durante los primeros días. Céntrate en las tareas que solo tú con tus habilidades concretas puedes ejecutar, aquello que te haga sentir único como profesional.
- No descuides tu bienestar. En el trabajo mantente concentrado, fuera de él, intenta seguir haciendo aquello que te hace feliz aunque tengas menos tiempo. El equilibrio entre el trabajo y la vida privada es fundamental para garantizar el bienestar personal.
- Evita la melancolía. Has tenido unas vacaciones fantásticas y echas de menos ese lugar paradisíaco o ese lugar donde había paz. Te entendemos, pero debes evitar dejar volar tus recuerdos en el trabajo o acabarás odiando tú día a día. Concéntrate en la realidad del momento y planea tu siguiente viaje cuando llegues a casa, será un incentivo a corto plazo esa escapada de tres días, o de fin de semana que puedes ir armando.
Despedirse de las vacaciones y regresar al trabajo no es tan complicado si se tiene la actitud adecuada durante unos días y avanzamos poco a poco hacia nuestro ritmo habitual.
Escrito por: Carlos Fernández. Coach y psicólogo.
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