El pasado domingo la tranquilidad de unos efectivos de Zonda se vio interrumpida por el llamado urgente de una menor de 11 años. La misma pedía la presencia policial porque pasaban "cosas raras en su casa y tenía miedo", según contaron fuentes policiales a este diario. Al arribar al domicilio ubicado en calle San Martín pasando Monseñor Gallardo, los policías se encontraron con un panorama pocas veces visto. No era un robo, ni un conflicto de violencia o una situación donde pudieran intervenir como funcionarios públicos, sino que se trataba de un presunto hecho paranormal.
Según explicó uno de los efectivos que estuvo presente esa noche, había varias personas en la puerta de la casa de la menor que hizo el llamado que estaban en un aparente estado de "shock". Y al ser entrevistadas, contaron que "habían visto ingresar una sombra negra a la casa que tomó posesión de una de las presentes y la obligó a elegir entre cuatro personas que estaban ahí", según describe el acta policial.
"Decían que habían empezado a escuchar gritos y una pelea en los árboles como de dos pájaros y después vieron que entraba una sombra negra a la casa que se movía por el techo de forma rápida y constante hasta que ingresó en el cuerpo de una de las mujeres que estaba", sostuvo una fuente policial. Y agregó que "esa chica decía que se le habían nublado los ojos, que la boca se le cerró y no podía hablar. Y que al mismo tiempo escuchaba una voz en su interior que la obligaba a elegir entre cuatro de los presentes".
En el lugar había ocho adultos y tres niños. Y entre los de mayor edad estaba la madre de la mujer que habría vivido esta experiencia. "Ella dijo que eligió a un chico que estaba ahí y no lo conocía bien, y apenas lo seleccionó todos empezaron a saltar. Después se habrían dado unos hechos de violencia cuando intentaban tranquilizar a esta persona que comenzó a agredir a los que se le acercaban", explicó uno los policías que nunca había intervenido en un hecho de estas características.
"Otra de las personas que estaba presente nos dijo que se desmayó en un momento y cuando logró recuperar el sentido, le advirtió a otro de los adultos que estaba en la casa que se fuera porque sino le iban a hacer daño, que lo iban a matar", finalizó relatando la fuente, que prefirió mantener el anonimato. Otro dato que aportaron es que en el sitio no había ningún elemento que hiciera pensar la presencia de un "ritual".
Al finalizar la noche los efectivos que intervinieron en el hecho dejaron por sentado todo lo sucedido en un acta y se retiraron sin poder hacer nada más en ese momento. De todas maneras, aseguraron que seguirán de cerca lo que pasa en esa casa al haber tres menores habitando.