El pastor Alberto Carlos Balmaceda y una de sus fieles, Karen Heredia, el pasado 10 de abril quedaron presas por estafar a más de siete personas con venta de carpetas del IPV. Desde ese día quedaron con prisión preventiva. Este martes, sus abogados buscaron que queden en libertad, pero un juez rechazó este pedido y ambos seguirán cumpliendo la medida cautelar más grave.
El juez de Impugnación Martín Heredia Zaldo rechazó el recurso presentado por los abogados defensores de Balmaceda y Heredia, y confirmó la prisión preventiva de ambos, medida cautelar que el fiscal Fabrizio Medici solicitó que siga firme.
De igual forma, a ambos se les acaba el plazo de 30 días de la preventiva este jueves, por tal razón se solicitó otra audiencia para renovar esta medida cautelar. Fuentes del caso aseguraron que se pedirá la prórroga. Fuentes extraoficiales explicaron que existía una posibilidad de acuerdo, pero esta información no ha sido confirmada por fuentes oficiales.
El caso del pastor evangélico y una de sus "hermanas" señaladas de estafa
El religioso y una de sus "hermanas" están involucrados en una causa en la que fueron denunciados por prometer carpetas de futuras viviendas del IPV y sacar dinero a la gente. La denuncia contra estas personas se radicó el último 26 de marzo y posteriormente se hicieron tres allanamientos, uno en la iglesia ubicada por calle Almirante Brown en el B° Huazihul en Rivadavia, en la casa del pastor en B° Los Pinos en Chimbas y el domicilio de la mujer en la calle General Acha, en Trinidad, Capital.
Sobre la denuncia, se supo que una de las fieles identificada como Azucena Bustos dijo que hace tres años concurre a la Iglesia Cristiana El-Shaddai. En diciembre de 2024, la esposa de Balmaceda le comentó que Karen Heredia ofrecía carpetas de futuras viviendas del IPV a 700.000 pesos y que las podía pagar en dos cuotas. Las casas supuestamente estaban situadas en tres barrios en construcción en Chimbas, precisaron la ayudante fiscal Milena Berbari y el fiscal Eduardo Gallastegui, de la UFI Delitos informáticos y Estafas.
Como soñaba poseer su propio hogar, la denunciante habló con Heredia y ésta le comentó que tenía dos conocidos en el Instituto Provincial de la Viviendas que le facilitaban la entrega de viviendas. Con esa ilusión, el 5 de diciembre le transfirió 350 mil pesos a Karen y esta le dio un comprobante o recibo que llevaba la supuesta firma de Marcelo Yornet (ex director del IPV) por una casa en el B° Las Marías en Chimbas. Esta firma de Yornet era trucha, además en ese momento que se firmaron los comprobantes él ya no era funcionario.
La presunta damnificada contó ahí la sumaron a un grupo de WhatsApp de unas 40 personas, que serían de la misma iglesia de Balmaceda y que también habrían comprados carpetas del IPV. En el caso de la señora Bustos, la promesa era que en febrero del 2025 tendría su vivienda. Sin embargo, no recibió noticias y Heredia les informó que la entrega pasaba para marzo y después para abril. La damnificada empezó a sospechar que había algo raro, entonces empezó a presionar a Heredia y a decirle que concurriría al IPV o denunciaría el hecho en la Justicia. Fue ahí que intervino en el pastor Balmaceda, quien le escribió para convencerla para que no denunciara porque exponían a todos. Además, le aseguró que pronto solucionarían el problema y le expresó que se trataba de una "cuestión de fe".