Dos jóvenes de Rawson empezaron a ser investigados por una serie de defraudaciones utilizando cuentas bancarias de otras personas. Hay quienes los llaman los “pagacuentas”. Serían de esos estafadores que se ofrecen como intermediarios para pagar boletas de servicios vía online, pero luego se quedan con el dinero y abonan con fondos de personas a las que les robaron sus datos y claves.
Ellos no fueron detenidos, pero este miércoles tuvieron que comparecer ante la jueza de garantías Mabel Moya para responder por una causa penal que se inició en febrero último. Se trata de Cristian Alberto Báez y Claudio Gastón Agüero, a quienes el fiscal Pablo Martín y el ayudante fiscal Federico Pereyra imputaron el delito de defraudación por el uso no autorizado de tarjetas de débito.
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En la causa intervienen el fiscal Pablo Martín y el ayudante fiscal Federico Pereyra, de la UFI Delitos Informáticos y Estafas.
La denuncia fue realizada por una mujer, de apellido Fernández, quien el 28 de febrero pasado detectó movimientos extraños en su cuenta bancaria, señalaron fuentes judiciales. En concreto, constató que se habían pagado servicios de Supercañón, Maury y OSSE por un monto de 500 mil pesos, explicaron.
El personal de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas inició las investigaciones preliminares y, a través de los informes del banco, individualizó a los titulares de las boletas de servicios que se habían abonado. Los citaron a declarar y, por medio de ellos, descubrieron la maniobra e identificaron a los presuntos estafadores.
Estas personas contaron que se contactaron con dos individuos —que resultaron ser Cristian Alberto Báez y Claudio Gastón Agüero— porque éstos se ofrecían como intermediarios para pagar las boletas de servicios con el beneficio de un 20 por ciento de descuento o más, comentaron las fuentes. También les prometían entregar los comprobantes, e incluso les decían que podían corroborar el pago por internet. Convencidos de que iban a ahorrar dinero, estos incautos les entregaron el efectivo en mano o les hicieron transferencias a Báez y Agüero.
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La jueza de garantías Mabel Moya.
Lo que no sabían estas personas era que los sospechosos efectivamente pagaban las boletas, pero con dinero de la cuenta de la señora Fernández, y se quedaban con el dinero que ellos les habían entregado, explicó un investigador. Esa es la conclusión a la que llegaron después de realizar cruzamientos de datos informáticos y los secuestros realizados en los domicilios de Báez y Agüero.
La hipótesis es que estos sujetos clonaron la tarjeta de débito o sustrajeron los datos y claves de la cuenta de la señora Fernández. De esa manera, accedieron a su cuenta para luego pagar las boletas de servicios de otras personas, mientras se quedaban con el dinero que estos les habían entregado.
Todavía falta mucho por investigar. Ellos continúan en libertad, pero la jueza de Garantías, Mabel Moya, dispuso un plazo de 8 meses para la investigación penal preparatoria. Tanto el fiscal Pablo Martín como el ayudante fiscal Federico Pereyra no descartan que existan más víctimas de los “pagacuentas”.