Un topógrafo sanjuanino afronta tres duras acusaciones y, por ello, esperará el juicio en su contra preso en su casa. Se trata de Miguel Alejandro Deiana, quien fue denunciado por tres ex parejas por abuso sexual y lesiones leves, en contexto de violencia de género. Frente a tal sospecha, en la audiencia en la que su causa fue elevada a juicio, recibió la prisión preventiva.
Según informaron fuentes judiciales, el imputado fue denunciado en agosto del año pasado, cuando su última pareja acudió al CAVIG y lo denunció. La chica de 24 años ofreció detalles del supuesto horror que vivió en manos del acusado, por lo que en primera instancia se definieron medidas de protección. La causa permaneció bajo investigación y sin sobresaltos, hasta que un par de meses más tarde se sumó una nueva denuncia.
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Durante el mismo 2024, una mujer también lo denunció por abuso sexual y por lesiones por hechos que habrían ocurrido en 2022. La fiscalía, que indagó al respecto, entendió la que las lesiones habían prescripto por el paso del tiempo, aunque los presuntos delitos contra la integridad sexual todavía se hallaban vigentes.
Tras la adhesión de ambos legajos, la denunciante aportó fotos, chats y audios que habrían complicado a Deinana, quien comenzó a ser investigado formalmente. No obstante, eso no fue todo, ya que una nueva denuncia fue radicada en la UFI. La misma fue realizada por una ex pareja, con la que había mantenido una larga relación. Una vez más, los delitos denunciados eran los de abuso y lesiones y, otra vez, lo vigente fueron las agresiones sexuales.
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Por todo ello, el Ministerio Público apuntó contra el sujeto que se sentó frente a la jueza Celia Maldonado y recibió la prisión domiciliaria. La instrucción que llevó adelante los fiscales Claudia Ruíz y Roberto Ginsberg se cerró en junio y el martes el expediente se elevó a juicio. Con el fin de asegurar el proceso judicial, la magistrado resolvió que permaneciera detenido hasta el comienzo del debate.
Una de las presuntas víctimas se constituyó como querellante para impulsar la causa, mientras que otra perdió la vida mientras se investigaba el caso. Ante tal suceso, la defensa del acusado solicitó el sobreseimiento por esa denuncia, señalando una supuesta extinción de la acción penal, pero el planteo fue desestimado por la jueza. Es que para que así se conceda, quien debe morir para que la persecución penal cese es el imputado. De otra manera, los homicidios no podrían ser investigados, por ejemplo.