El Proyecto Los Azules, impulsado por McEwen Copper en Calingasta, presentó una actualización de su propuesta de adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), en una estrategia que busca acelerar su aprobación y poder reunir la inversión para empezar a construir la mina el año próximo.
Lo que hizo la empresa fue ajustar su presentación original: en lugar de seguir con las dos fases que había presentado en febrero, ahora las unificó en una sola. Con esto, busca que el trámite avance más rápido a nivel nacional. Desde McEwen aclararon que no se trata de una nueva solicitud ni de una inversión mayor. La cifra sigue siendo la misma: US$ 2.672 millones.
Michael Meding, gerente general del proyecto Los Azules y vicepresidente de McEwen Copper explicó a Tiempo de San Juan los alcances sutiles del cambio: “Se trata de una readecuación técnica y administrativa que unifica en una sola propuesta lo que originalmente se había sido presentado en dos etapas. Ahora, todo el ciclo de vida del proyecto -desde la exploración avanzada, la finalización del estudio de factibilidad, la construcción y el inicio de operación- se encuentra integrado bajo un único plan de desarrollo por un total de US$ 2.672 millones, canalizado a través de un solo VPU (Vehículo de Proyecto Único), conforme a los lineamientos del régimen”, expresó.
Agregó que esta decisión “representa una mejora sustancial en términos de planificación, previsibilidad y eficiencia”, y sostuvo que también “refuerza el compromiso de Los Azules con el desarrollo responsable del cobre, alineado con altos estándares de sostenibilidad y con una fuerte impronta de valor agregado local”.
La gran promesa de cobre en Calingasta
Los Azules es un proyecto ubicado a 80 kilómetros de la ciudad de Calingasta y a seis kilómetros de la frontera con Chile. En diciembre de 2024, el proyecto recibió la aprobación de su Informe de Impacto Ambiental (IIA) por parte del Gobierno de San Juan, tras un riguroso análisis técnico realizado por la Comisión Interdisciplinaria de Evaluación Ambiental Minera (CIEAM).
Dos meses después, la firma McEwen Copper presentó formalmente el pedido al Gobierno nacional de ingreso al RIGI, en dos fases: una de exploración, factibilidad y pre-construcción por U$S 227 millones; y otra fase de construcción del proyecto, por U$S 2.445 millones. En total, el capital a inyectar es de U$S 2672 millones de dólares.
Cambiar, para ir mas rápido
Hace poco otra minera sanjuanina, Gualcamayo, en manos de Aisa Group, también modificó su RIGI: lo achicó quitando proyectos anexos a la explotación de oro a través carbonatos Profundos, también para agilizar su aprobación.
Fuentes del sector minero local explicaron que a los funcionarios nacionales les resulta complicado comprender la lógica de desarrollo de los proyectos mineros metalíferos, que deben pasar por múltiples etapas para convertirse en una mina en producción.
Según la ley aprobado por el mileismo, los pedidos de RIGI tienen un plazo de 45 días para ser aprobados. Pero ocurre que ante cada duda o requerimiento que se hace a alguna compañía minero, se para el reloj y todo vuelve a fojas cero.
Justamente este cambio que ahora esa haciendo McEwen con el RIGI de Los Azules despierta expectativas de que pueda ser aprobado a mediados de setiembre próximo.
Hasta el momento, la Nación solo ha aprobado proyectos de litio y de energías renovables, por lo que las mineras -al menos las sanjuaninas- están cambiando matices de sus presentaciones, en uan estrategia que apunta a agilizar el ingreso al Régimen de Incentivos. “Avanzar con inversiones en un proyecto minero sin RIGI en Argentina es inviable”, aseguran los CEO de las mineras.
Los Azules, con valor agregado
En el caso de Los Azules, se prevé finalizar su estudio de factibilidad en el mediano plazo, iniciar la etapa de construcción en 2026 y alcanzar su primera producción hacia fines de 2029. Según su Estudio Económico Preliminar, la mina tendrá una capacidad productiva instalada de 175.000 toneladas anuales de cátodos de cobre durante una vida útil estimada de 27 años.
Este será el primer proyecto de Argentina en producir cátodos de cobre en sitio, sin necesidad de fundición, mediante un proceso hidrometalúrgico, lo que permitirá un significativo valor agregado en origen, marcando un hito para la industria minera nacional y posicionando al país como un proveedor estratégico de cobre producido con altos estándares ambientales y sociales.