El día de la boda, lo soñamos tanto tiempo antes y es tan especial que queremos estar radiantes. Para lograrlo es importante poder identificarnos en lo que llevamos puesto, desde el vestido, pasando por los accesorios, el peinado y el maquillaje. Nada está puesto al azar, cada detalle habla de nosotras, y nos tenemos que sentir cómodas con la imagen que expresamos. Si estás en la búsqueda, en esta nota te ayudamos a que encuentres por lo menos el principio del ovillo para llegar a tu propio look.
La novia clásica. Su clave es la atemporalidad. Ella no se sale del tradicional blanco vestido con cola, amplia falda y escote corazón (éste es mucho más beneficioso que el recto), cabello recogido y velo. El ramo de flores blancas y el maquillaje súper natural.
La novia romántica. Con cierta melancolía por el pasado, esta novia se inclina por los géneros de encaje, transparencias, volados, puntillas, moños, tules y lazos (¡que no vaya todo junto!). El cabello medio recogido con algunas ondas, eso sí, fijate de no llevarlas demasiado marcadas, tienen que estar algo desarmadas. Le podemos sumar una coronita. El ramo es de rosas. Y en el maquillaje predomina la gama de los rosados.
La novia moderna. Súper despojada, lleva un look minimalista. Vestido de líneas simples y bien rectas, nada de faldas con volumen, con algunos pocos accesorios pequeños y sencillos. Pelo lacio o con un recogido bastante simple tipo rodete. El maquillaje sigue esta misma dirección, con una inclinación a a llevar la piel blanca.
La novia sensual. Le encanta sugerir. Una alternativa es llevar un vestido sirena con espalda al aire, o bien, una falda con tajo que deje entrever las piernas al caminar. Eso sí, si se muestra abajo, el escote debe ser recatado. Es una cosa o la otra. En el maquillaje se resaltan los labios con un leve tono colorado. Y el cabello va con mucho movimiento, a lo salvaje.
La novia elegante: La prolijidad y obsesión la caracterizan. El vestido será sobrio, el escote no revelerá demasiado sino todo lo contrario, será más bien cerrado. Como accesorios, guantes cortitos, stilettos, flores tulipanes para el ramo y el peinado tipo chignon híper prolijo. Se puede sumar una velo cortito tipo red de encaje que sólo tapa los ojos.
La novia bohemia. Súper descontracturada, de vestido lánguido, suelto y con volados como detalle. Lleva el cabello suelto con movimiento bien relajado, o bien, trenzas cocidas recogidas o suelta con flores naturales que acompañen. Usa zapatos más bien bajitos, y si el vestido es corto, puede llevar sandalias chatitas. Las flores del ramo silvestres, como lavanda, margaritas y suculentas, por ejemplo, van muy bien con este estilo.
La novia trendy. Apasionada por la moda, en la búsqueda de la última tendencia, que este año, implica colores grisáceos, vestidos camiseros y la onda más bien minimalista. Casi no usa accesorios y opta por un peinado y maquillaje simples.
(Fuente: Entremujeres.Clarín)