La minera Vicuña Corp., una alianza estratégica entre la canadiense Lundin Mining y la australiana BHP, proyecta que sus dos grandes yacimientos de cobre en la provincia de San Juan —Josemaría y Filo del Sol— comenzarán su producción en el año 2030. Así lo confirmó el director de la firma en Argentina, José Morea, durante su participación en la feria ArMinera en Buenos Aires.
Ambos proyectos se llaman Vicuña desde enero de 2024, tras el "Joint Venture" en partes iguales al que arribaron ambas compañías, con una inversión estimada de 5.000 millones de dólares. Para este año, Vicuña prevé desembolsar 400 millones de dólares en el país, el doble de lo invertido en 2024.
Actualmente, Argentina no produce cobre desde el cierre de la mina Bajo La Alumbrera en 2018, pero aspira a reposicionarse en el mapa mundial del cobre gracias a una nutrida cartera de proyectos. Según datos proporcionados por la compañía, los yacimientos de Josemaría y Filo del Sol contienen 13 millones de toneladas métricas de cobre medido y 25 millones de toneladas de cobre inferido. A eso se suman 32 millones de onzas de oro y más de 1.400 millones de onzas de plata, entre recursos medidos e inferidos, lo que ubica a este complejo minero como uno de los más importantes del mundo en su tipo.
El plan de desarrollo sigue avanzando en distintas fases: Josemaría se encuentra en etapa de preconstrucción, mientras que Filo del Sol continúa en fase exploratoria. Ambos proyectos están ubicados en la cordillera sanjuanina, a más de 4.200 metros sobre el nivel del mar y a escasos 11 kilómetros de distancia entre sí, en cercanías del límite con Chile.
“Los plazos de construcción para este tipo de proyectos, por cada yacimiento, demorarían alrededor de tres años, quizás un poco más”, explicó Morea. No obstante, aclaró que el inicio de obras deberá esperar a la aprobación de un informe técnico que Vicuña prevé presentar en el primer semestre de 2026 ante su directorio. Ese documento definirá la fecha exacta de entrada en producción y la vida útil de los yacimientos.
El ejecutivo también destacó la importancia del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el gobierno de Javier Milei, al afirmar que “sin el RIGI, Vicuña no existiría”. Según Morea, este esquema legal es clave para competir en igualdad de condiciones con otras jurisdicciones mineras como Chile o Perú.
Por ahora, la empresa continúa con estudios de desarrollo y nuevas estimaciones de recursos, mientras mantiene una fuerte inyección de capital en exploración y planificación. Si los tiempos acompañan y se cumplen las proyecciones, San Juan podría volver a colocarse en el mapa mundial del cobre con un gigante proyecto listo para iniciar su producción a comienzos de la próxima década.