Para continuar, suscribite a Tiempo de San Juan. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITE En San Juan, tres de cada 10 estudiantes de Secundaria considera que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia.
En San Juan, tres de cada 10 estudiantes de Secundaria considera que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia. Eso se desprende de un estudio denominado "¿Cómo perciben la convivencia escolar los alumnos y directores de secundaria?", recopilado en todo el país por el Observatorio de Argentinos por la Educación, que ahonda sobre el dilema del bullying en las aulas de Argentina.
De acuerdo a este relevamiento, el 34,6% de los estudiantes de Argentina considera que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia, es decir que responden que no están ”nada de acuerdo” o “poco de acuerdo” sobre la existencia de buen ambiente de convivencia de la escuela. Al analizar por provincias, se observa una dispersión en las respuestas.
En el caso de San Juan, con un 34,8% se ubica apenas por encima del promedio nacional. Por otro lado, las tres provincias con mayor porcentaje de estudiantes que consideran que en su escuela no hay un ambiente de buena convivencia son Jujuy (43,4%), La Rioja (43,1%) y Catamarca (41,2%). Mientras que en el otro extremo se encuentran CABA (25,8%), La Pampa (28,3%) y Misiones (31,7%).
"No es posible alcanzar una educación inclusiva, equitativa y de calidad si los estudiantes sufren violencia esporádica y acoso (bullying) en el que debe ser un hábitat seguro para el encuentro", reza este estudio con fecha marzo de 2023. Este trabajo se propuso analizar y visibilizar los problemas de bullying que se enfrentan en la escuela, tanto por parte de los estudiantes como por parte de las autoridades educativas, directores en este caso.
Para el análisis se recurrió a la información relevada en los cuestionarios complementarios del operativo Aprender 2019 realizado a estudiantes de la escuela Secundaria (últimos datos disponibles del nivel). El operativo se implementó de forma censal a estudiantes del último año. Los cuestionarios complementarios se aplicaron a estudiantes y directores con el objetivo de obtener información sobre las características de las condiciones de enseñanza y aprendizaje. Las distintas dimensiones relevadas en esos cuestionarios permitieron analizar distintas dimensiones del clima social escolar.
Las encuestas publicadas por distintos organismos internacionales (UNESCO 2017, 2019), muestran que casi uno de cada tres estudiantes (32%) fue víctima de acoso por parte de sus compañeros o compañeras de escuela al menos una vez en el mes anterior a realizarse la encuesta. En todas las regiones, excepto en Europa y América del Norte, el tipo de acoso más común es el físico, seguido del social (exclusión) y el sexual. El acoso en línea afecta a uno de cada diez estudiantes, siendo menores que los de bullying, no obstante, quienes sufren de bullying son más propensos a sufrir de ciberbullying.
Para el autor sueco-noruego Dan Olweus el bullying es “una conducta de persecución física y/o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas efectos claramente negativos: descenso en su autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes”.
Otro de los puntos que revela este estudio es que, según los directores de escuela, la frecuencia con la que suceden amenazas o agresiones a otros compañeros o discriminación por alguna característica personal, son menores que las percibidas por los estudiantes. Mientras que para los estudiantes el principal problema se ve en la discriminación por aspectos físicos, para los directores el principal problema se ve en las amenazas vía redes sociales.
Tanto a los directores como a los estudiantes se les preguntó si su escuela cuenta con normas de convivencia. Para ambos grupos, todas las provincias, con la excepción de Catamarca, para el caso de los estudiantes, registran valores superiores al 90% respecto de la existencia de normas de convivencia. En el caso de San Juan, el 95,6% de los estudiantes consultados y el 99,4% de los directivos respondieron afirmativamente.
Existe en las escuelas argentinas una larga experiencia en la construcción de las normas o códigos de disciplina y convivencia. Es un documento que necesita ser consensuado por todos los actores de la comunidad escolar.
De acuerdo a esta investigación, algunas dificultades que se encuentran en relación a la utilización de estas normas, están relacionadas con varios factores como son el proceso de elaboración; o la ausencia de aceptación por parte de algunos padres o tutores, cuando se transgrede una norma y deben notificarse de la aplicación de una sanción, por lo que es necesario que exista una aceptación fehaciente al momento de la inscripción.
Las normas de disciplina y convivencia son muy útiles y en muchos casos son el único recurso frente a los conflictos, la indisciplina y la violencia, pero en la actualidad necesitan ser acompañadas de otras acciones para facilitar un adecuado clima de convivencia.
(FUente: Observatorio de Argentinos por la Educación)
Contenido especial