El “criptogate” comenzó el 14 de febrero, cuando el presidente Javier Milei promocionó a través de X la criptomoneda $LIBRA, que tuvo un crecimiento exponencial durante sus primeras horas de existencia, pero que luego se desplomó, causando pérdidas más de 44.000 de inversores. En un contexto político conmocionado, la pregunta es: ¿cómo está el mercado en San Juan? ¿qué postura tomaron los inversionistas?
Lo cierto es que tres especialistas acordaron en que, en principio, los primeros que reaccionan a situaciones de desconfianza, son los inversores principiantes, aquellos que se meten al mundo “cripto” solo por el dinero, no por la curiosidad de conocer el negocio.
Nicolás Valentino, especialista en criptomonedas y Coordinador General de la Universidad Siglo XXI en San Juan, explicó que estas situaciones en algunos casos desalientan a quienes no sabían mucho sobre el tema y estaban a punto de dar el salto. Juan Marcos Tripolone, analista en sistemas y docente de la Universidad Católica de Cuyo (UCC) adhirió con esta posición y dijo que, por lo general, los inversores con poca preparación son propensos a caer en la desconfianza de este tipo de situaciones.
Pero el mundo cripto tiene una gran diferencia frente al resto de inversiones: quienes deciden invertir dinero, en la mayoría de las veces conocen el sistema y saben en lo que se están metiendo. El economista Gustavo Ruiz Botella indicó que las pérdidas en el mundo cripto son muy comunes, por lo que este tipo de situaciones ya no sorprenden a nadie del sector.
“Un inversionista decide poner a veces dinero en varias cripto y en casi todas pierde, pero recupera en una que ganó. Esto es así y todos lo saben”, planteó.
Según manifestó, esta situación escaló debido justamente a la promoción por parte de Milei, pero las pérdidas suelen ser muy comunes. Es en este contexto que, para Valentino, este tipo de momentos pocos felices terminan por fortalecer el sistema cripto.
“Lo que no te mata te hace más fuerte”, parece ser el lema cripto. “Lo que hace es generar confianza con que el sistema puede resistir estos problemas”, indicaron.
De esta manera, se podría decir que los menos decididos son los que sufren las consecuencias de la desconfianza, mientras que para aquellos expertos que están en el negocio, la promoción podría ser considerada solo un problema más del sistema.