Esos cerros verdes encierran una belleza oculta para el que sólo pasa por la ruta 141, y son realmente pocos los sanjuaninos que conocen esta magia interior del Valle.
Dos emprendedores astiqueños, Juan Orlando Figueroa y Duilio Riveros, armaron una empresa de turismo, Aventura Astica, para darle forma a algo que venían haciendo en forma gratuita y sin servicios. Ellos mismos guían a los turistas. Duilio es un baqueano famoso, nacido y criado en la sierra, se mueve en la zona como si estuviera en el fondo de su casa.
La salida, desde el Portal de la Quebrada, incluye desayuno campestre en la casa de Duilio, a 3 kilómetros del pueblo, sopiapillas y tortitas al rescoldo con té a elección de chinchil, cedrón o menta.
Tiempo de San Juan, primer medio en realizar esta caminata completa, (junto a un grupo de 7 mendocinos algunos de los cuales iban por tercera vez) recorrió los 13 kilómetros para contemplar los tres saltos y embeberse de esta naturaleza intacta. Mientras Duilio contaba sobre la flora y la fauna de este paraje, amenizaba con historias de aparecidos en la sierra.
Mientras el grupo camina, los aromas de las sierra limpian los pulmones y el alma: jarilla, chinchil, incayuyo, cedrón, burro, menta, limoncillo y hasta ruda que llegó allí después de alguna creciente.
Las sierras de Valle Fértil pertenecen al subsistema orográfico de las Sierras Pampeanas, y toma gran parte de Astica la única franja con elementos del Chaco Serrano Austral de la provincia, lo que significa que tiene flora y fauna que no se repiten en otras zonas.
La primera parte del camino es una huella en excelente estado que es usada por los maestros y agentes sanitarios que llegan a las comunidades de Sierra de Elizondo y de Riveros, a caballo o burro. Y lo primero que llama la atención es la cantidad y la altura de los árboles, Quebracho Colorado, Acacia, Quebracho Blanco, Tala, Algarrobo, Mistol, Molle, entre otros. Los pájaros fueron reacios a mostrarse pero se los escuchó durante todo el camino: Rey del bosque, Zorzal, Sietecolores, Carpintero, Benteveo, Reinamora, Pitojuan. En cambio, si se vieron bien alto en el cielo un Cóndor y un Aguilucho.
El recorrido pasa por la gruta de la Virgen de Lourdes, las ruinas de Antonio Elizondo, luego por el arco bola, donde hace años los pobladores sembraban trigo que llevaban a Jáchal y canjeaban por harina. Luego se llega a la Puerta de las Quebradas, nombres impuestos por los lugareños, donde se encuentran los ríos Sierra de Elizondo con el Sierra de Riveros. Luego de unos 500 metros se llega a la primera cascada que está dentro de la Sierra de Elizondo y a poco andar está la segunda cascada. Cada una con su propia belleza y dimensiones, pero todas con un piletón natural para bañarse en los que César Riveros, de 18 años e hijo de Duilio, hace maravillosos clavados y saltos desde lo alto de alguna roca. Todos disfrutan del agua en cada parada.
Duilio y César cruzan los ríos con una facilidad impresionante, saltando piedras y sin mojarse, "pero cuando hay mucha agua hasta el guía se tiene que mojar", dice y éste es el caso. El agua baja abundante y transparente, tan fresca que uno toma por gusto y no por sed.
La parada para almorzar fue en las ruinas de la casa de Don Peñaloza, que vivió allí 115 años.
La última cascada dejó a todos con la boca abierta: 20 metros de poder natural que no permitió a nadie que se metiera abajo por la fuerza y el volumen de agua que traía. "A veces, cuando viene menos agua, uno se mete abajo y es un gran masaje para la cabeza y espalda", cuenta César.
Después, el grupo alcanza una altura de 1100 metros subiendo y bajando un cerro de la Sierra de Riveros, por una huella que llaman El Desecho, un desvío que acorta el camino y que usa la gente de la zona cuando hay creciente o peligro de creciente.
Duilio contó una historia increíble: en el año 1993 el municipio metió máquinas e hizo una huella para llegar a Sierra de Riveros, pero lo hicieron por la orilla del río, y cuando se produjo la primera creciente el agua arrasó con todo. "Dejó todo mal porque se hizo otro río por donde habían hecho el camino y el daño ambiental fue grande", dice el baqueano.
El circuito tiene una dificultad baja pero es largo, está recomendado para personas que están acostumbradas a caminar, se admiten chicos mayores de 10 años. "Es un circuito muy accesible con las recomendaciones básicas, buen calzado, ropa manga larga, pantalón. Nosotros aportamos los bastones y cascos", dice Duilio.
El precio de esta excursión es de $250 por persona, hay que llevar el almuerzo. Es un precio promocional ya que quieren que todos los sanjuaninos conozcan el lugar.
Emprendedores
Las socias estratégicas de Aventura Astica son Vanina Décima y Mariana Aguilera, esposas de Duilio y Juan respectivamente, empresa que nació hace dos años.
Vanina dice que al vivir en el Portal de la Quebrada, paso obligado para todo el que va a Sierras de Riveros y de Elizondo, están siempre al servicio de cualquier necesidad y hasta son refugio en días de tormenta. En ambas sierras viven unas 15 familias y funciona una escuela albergue.
Aventuras Astica presentó un proyecto en el programa Emprendedor Turístico y la provincia les entregó un subsidio de $120.000 y con eso compraron cascos, bastones, botiquín y equipo de comunicación. "Hasta ahora seguimos sin ver ganancias y todo lo reinvertimos. La expedición se puede realizar todo el año, en verano te podés bañar pero en otoño e invierno el paisaje y los colores cambian", señala Figueroa.
También destaca la importancia de realizar caminatas con un baqueano porque es muy fácil perderse en la sierra y a veces sorprenden las crecientes.
"Este es un lugar muy tranquilo donde uno puede encontrarse con sí mismo y tomarse las cosas con calma, no andar a las carreras aunque siempre hay algo que hacer. A veces el silencio es tanto que asusta. Los primeros años no teníamos nada pero amamos vivir acá", dice Vanina.
Córdoba, Buenos Aires y Mendoza son las principales provincias de donde llegan turistas, pero la mayoría son de San Juan. Se puede acampar en el patio de la casa de Duilio y Vanina.
Nuevos desafíos
Aventura Astica se prepara para una nueva experiencia: Cascada con luna llena. "Es más trabajo y sabemos que implica más logística porque haremos noche arriba, pero estamos dispuestos a dar este servicio que surgió por pedido de la gente, con la posibilidad de visitar dos cascadas más. La noche en la quebrada de Astica es impresionante", asegura Juan.
La propuesta es para el 2 y 3 de marzo, con campamento en la Quebrada de Astica, con noche de luna llena. Los cupos son limitados. Los contactos para reservas son: 2646732932 y 2645043974.
Enamorados de Astica
Daniel Romanut
"Es la segunda vez que vengo y cada experiencia es distinta, hoy lo disfruté mucho más. Poder encontrarse con uno en lugares así es realmente hermoso. No me cansé porque camino mucho y en altura. Vivo en Mendoza pero antes vivía en Buenos Aires, tenía tres trabajos no tenía vida y me puse a pensar qué es la vida y cómo vivir los últimos años, tratando de que sea con calidad. Tomé una decisión a los 60 años de venirme a vivir a Mendoza. Voy a volver a Astica porque me queda mucho por recorrer. Lo más lindo es la posibilidad de contactar con la gente, es muy abierta, muy dulce, cada vez que vine me sentí espectacular".
Raquel Fernández
"Soy ama geriátrica en Mendoza y esta es la tercera vez que vengo a Astica, estoy enamorada del lugar. Pero lo mejor es la gente, la humildad, como se entregan, su sencillez. La primera vez que vine quede encantada y empecé a avisar a mis amigos para que vengan. Obvio que vuelvo este año. Los del grupo que vinieron por primera vez ni se imaginaban que esto existía en San Juan. Felicitaciones a toda la gente de Astica".