Con 49 años y casi tres décadas al servicio de la seguridad pública, Cintia Álamo se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Subjefa de la Policía de San Juan, un hecho histórico que marca un antes y un después en la institución.
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SUSCRIBITECon casi 30 años de servicio, una trayectoria marcada por el compromiso con las víctimas y una mirada humana de la seguridad, Cintia Álamo se convierte en la primera mujer en llegar a la Subjefatura de la Policía de San Juan.
Con 49 años y casi tres décadas al servicio de la seguridad pública, Cintia Álamo se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Subjefa de la Policía de San Juan, un hecho histórico que marca un antes y un después en la institución.
Egresada en 1996, Álamo inició su carrera en comisarías, recorriendo el camino desde la base y con vocación. La historia de la ahora Subjefa comenzó cuando vio un aviso diciendo que buscaban cadetes, se anotó y confesó que desde ese momento se "fascinó" con las Fuerzas de Seguridad, que hasta entonces desconocía porque no viene de familia de policías.
En la antigua Sección Seguridad Personal de la Brigada, donde trabajó durante once años en casos de violencia familiar y abuso sexual, encontró una de sus misiones más profundas: la de visibilizar a las víctimas y transformar la respuesta del Estado ante estas problemáticas. Aquella experiencia fue clave para Álamo que después de eso trabajó en el proyecto para la creación de la Comisaría de la Mujer, comisaría que luego daría paso al nacimiento de organismos especializados como CAVIG y ANIVI.
“No fue el cargo, fue la función. Siempre hice lo que me correspondía, con el único objetivo de estar al servicio de la gente”, aseguró Álamo, en diálogo con Tiempo de San Juan.
Su recorrido es extenso y contundente ya que pasó por distintas áreas dentro de la fuerza que van desde el trabajo con víctimas hasta allanamientos por estafas, operativos bases rurales y trabajo de calle donde fue ganándose la jerarquía.
Como jefa, Álamo también estuvo al frente de Defraudaciones y Estafas, desbaratando bandas delictivas y participando de allanamientos en distintos puntos del país, incluso en penales, cuando comenzaban las primeras investigaciones con tecnología telefónica. En Criminalística, vivió la crudeza de la pandemia, cuando su rol fue levantar a las víctimas fallecidas por COVID en los domicilios, mientras el resto del país estaba confinado. “Fue la parte más difícil”, recordó, pero también uno de los momentos que consolidaron su compromiso con la Policía de San Juan.
Álamo no solo ha sido testigo del cambio: ha sido protagonista. Pasó por las comisarías de Caucete, la 5ta en Santa Lucía, la 23ra en Rivadavia Norte, la Rural —donde impulsó investigaciones sobre cuatrerismo y maltrato animal— y recientemente coordinó siete departamentales, 46 comisarías y subcomisarías de toda la provincia. En cada destino, su sello fue el mismo: la firmeza.
La Subjefa hizo toda su carrera policial siendo madre. Hoy tiene cuatro hijas y un nieto, aunque ninguna decidió seguir la carrera en la Policía. “Mucho de lo que soy es gracias a mis hijas, que están orgullosas de tener una mamá muy trabajadora”, dijo. Para Álamo, el padre de sus hijas también fue fundamental porque fue quien crió a la par para sostener la familia.
“Lo que más satisfacción me ha dado en todos estos años es haber estado cuando las personas me necesitaron. Poder contener en medio del dolor, estar ahí. Esa es la verdadera función de un servidor público”, afirmó.
Su llegada a este cargo no es solo un logro personal. Es el reflejo de una lucha de mujeres que abrieron caminos antes en las Fuerzas de Seguridad provinciales.
“Estoy comprometida con una policía presente, más humana y más firme en la calle. Nuestra sociedad se merece vivir en paz y para eso trabajamos todos los días", aseguró la nueva Subjefa que, a partir de este miércoles, comenzará a ocupar el cargo más alto al que alguna vez llegó una mujer en la Policía de San Juan.