Una famosa clínica sanjuanina ser convirtió en víctima de un virus troyano, que le sustrajo más de $110 millones de una cuenta bancaria en cuestión de segundos. Se trata de El Castaño, cuyas autoridades se percataron de la estafa virtual y de inmediato radicaron la denuncia en la UFI de Estafas y Delitos Informáticos que, a partir de su intervención, se logró recuperar una parte del botín que había sido transferido a "cuentas mulas".
Según informaron fuentes judiciales, el hecho se registró el jueves último, cuando desde el banco le informaron a representantes de la clínica sobre los movimientos millonarios que se habían registrado en su cuenta. Frente al desconocimiento y la no autorización para ello, entendieron que había sido producto de maniobras fraudulentas y, por tanto, acudieron a la fiscalía.
En menos de 26 segundos, se realizaron 8 transferencias por montos de entre $11 y $14 millones a diversas cuentas de billeteras virtuales, cuyos dueños aún no han podido ser identificados. Tras la participación de peritos informáticos de la UFI, se confirmó que fue un virus troyano el que ingresó al sistema de la clínica y robó los datos para acceder a la cuenta bancaria.
Se estima que alguien de la propia empresa habría recibido un correo electrónico malicioso y, al acceder a un enlace, habría dado paso al virus que se alojó en los archivos y obtuvo los datos más sensibles de la empresa.
Una vez radicada la denuncia, los expertos de la UFI llevaron adelante una trazabilidad y consiguieron bloquear y congelar las cuentas que habían recibido los millones, conocidas como "cuentas mulas", pues habrían sido creadas especialmente por delincuentes para mover el dinero de forma ilegal. Es por ello que este viernes se habilitó la feria judicial y, mediante la orden de la jueza de Garantías Flavia Allende, se ordenó la reversión de los fondos congelados por un total de $36 millones, que le fueron regresados a la víctima.
Si bien se recuperó una importante cifra en menos de 24 horas, aún queda otra importante cantidad de dinero por rastrear en la causa que investiga el fiscal Duilio Ejarque, secundado por el ayudante fiscal Federico Pereyra y los colaboradores Federico Martínez y Juan Pablo Romera. Aunque por el momento no hay imputados, pues los mismos serían de identidad desconocida y probablemente operen desde el exterior, participó de la audiencia el querellante Ricardo López y la defensora oficial Sandra Leveque.
Fuentes judiciales explicaron que este tipo de virus, conocidos como troyanos bancarios, fueron creados en Alemania y con el correr del tiempo se fueron perfeccionando para atacar a las grandes empresas. El mismo, denominado "Grandoreiro", opera como un phishing, que en términos criollos sería un ciberataque que devela información confidencial.
En ese marco, las fuentes indicaron que es importante invertir en ciberseguridad para evitar este tipo de estafas virtuales, en las que hackers ingresan a los sistemas privados y obtienen las credenciales de manera remota para trabajar de manera remota, vulnerando las cuentas.