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SUSCRIBITEEl sujeto que ingresó a una casa de Santa Lucía y se llevó el jugoso botín fue captado por una cámara de seguridad y, como tenía antecedentes penales, marchó directo al Servicio Penitenciario. Quién fue el famoso malviviente cuya similitud dejó atónitos a más de uno.
Foto archivo, gentileza Fundación Bataller
La Justicia condenó a Ángel Alexander Rodríguez a un año de prisión efectiva por el robo de casi 4 millones de pesos de un domicilio de Santa Lucía. Sin embargo, lo que llamó la atención no fue el hecho en sí, sino su parecido físico con un célebre delincuente sanjuanino, conocido como El Alvarito.
Recordado por sus andanzas y ser el hombre más buscado, el malviviente que lideraba una banda y que murió en medio de una balacera, dejó una huella en la historia criminal de la provincia, por lo que su nombre y su imagen de vez en cuando son recordados por los más memoriosos. Juan José Álvarez estaba en camino de convertirse en el rey de la delincuencia, tal como lo señalan los reportes periodísticos, pero un cruce con la Policía lo sacó de pista.
Si bien se comentó por los pasillos de Tribunales que podía ser el hijo, las fuentes no pudieron confirmarlo. Más allá de la similitud, los números no cierran porque el fallecimiento del Alvarito fue a sus 17 años y en 1988, por lo que un descendiente suyo debería tener alrededor de 36 años. No obstante, el protagonista de la audiencia tiene apenas 24 años.
Rodríguez fue castigado por el delito de hurto calificado por escalamiento, por el golpe ocurrido durante la madrugada del 17 de julio. , luego de que su defensa, representada por la defensora oficial Sandra Leveque, acordara la pena -en el marco de un juicio abreviado- con el fiscal Miguel Ángel Gay, quien dirigió la investigación junto a su equipo de la UFl de Delitos contra la Propiedad, compuesto por el ayudante fiscal José Luis Salinas Molina y las auxiliares Federica Hoffmann y Carolina García Torrejón.
El accionar delictivo fue registrado por las cámaras de seguridad del lugar, que resultaron clave para su rápida identificación: se lo reconoció por su fisonomía y tatuajes visibles en el pómulo derecho, cuello y brazos, además de ser conocido en el barrio.
El 18 de julio, se realizó un allanamiento en su domicilio, pero los resultados fueron negativos tanto para su detención como para la localización de los objetos robados. No obstante, el 23 de julio, personal policial logró aprehenderlo en la vía pública, procediendo a su detención formal y al secuestro de una gorra blanca marca Puma, coincidente con la que usaba durante el robo, según las imágenes captadas por las cámaras.
Por los antecedentes penales que Rodríguez tenía, el juez de Garantías Javier Figuerola homologó el acuerdo y, tras declararlo reincidente, dictó la condena que lo envió directo al Penal de Chimbas.