Un hecho de extrema crueldad animal sacudió al Barrio Zoe Bustos, ubicado en Calle Bosque antes de llegar a España, en Angaco, donde un perro de raza galgo fue hallado muerto tras haber sido ahorcado. El caso generó profunda indignación entre los vecinos y organizaciones proteccionistas, que ya comenzaron a movilizarse en busca de justicia.
La ONG Mundo Patitas confirmó que iniciará una investigación en conjunto con los habitantes de la zona para tratar de identificar al responsable del crimen. “No queremos ni imaginar el sufrimiento que debió haber soportado ese animal antes de morir. Esto ya supera todos los límites de la humanidad”, expresaron desde la organización.
El pedido de justicia se hizo sentir en redes sociales, donde se multiplicaron los mensajes de repudio y los reclamos para que se investigue el hecho y se refuercen las acciones contra el maltrato animal.