No sólo perdió su fuente de trabajo, sino que terminó condenado por la justicia sanjuanina. Se trata del sujeto que, en el marco de un juicio abreviado, reconoció la autoría del delito y aceptó la pena de 2 meses de prisión condicional por robarle las pertenencias a una docente mientras daba clases.
Es que el hombre que resultó penado, identificado como Maximiliano Vera, cumplía tareas de seguridad en una institución educativa y, contrariamente a la función que tenía asignada, ingresó al sector de preceptoría y se apropió del bolso de su víctima. Del mismo sustrajo la billetera y todo lo que había dentro, como tarjetas de crédito y dinero en efectivo.
A pesar de que creía que se había salido con la suya, el ladrón quedó al descubierto cuando intentó utilizar una de las tarjetas de crédito de la damnificada. Según indicaron fuentes judiciales, el empleado infiel quiso pagar el abono de una línea de teléfono celular y fue en ese instante que supieron que él estaba detrás del ilícito.
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Tras ser denunciado ante las autoridades, el responsable del ilícito, que fue enfrentado por la propia víctima, no sólo admitió haber sido él sino que regresó una parte del botín. Lo curioso fue dónde lo había escondido. Para la sorpresa de muchos, las tarjetas de crédito así como también las identificaciones habían sido enterradas en el jardín del establecimiento.
El fiscal de la UFI de Delitos contra la Propiedad, Cristian Gerarduzzi, lo acusó por el robo y este lunes, pasado el mediodía, arribó a un acuerdo con la defensa. Como Vera no tenía antecedentes penales, recibió una pena de ejecución condicional de parte de la jueza Ana Carolina Parra, que homologó el trato.