Cuando se habla de eslabones que hacen una institución, ahí aparece Nadia Aguirre. La sanjuanina es imprecindible para los chicos de inferiores y sus funciones salen a escena todos los sábados, cuando los jugadores del futuro se acercan al comedor del Predio Emmanuel Mas para comer los tallarines que con mucha dedicación y amor cocina desde las 9 de la mañana. Arrancó siendo solo una vecina que buscaba trabajo, a sentir a los colores parte de su piel y su proyecto de indumentaria deportiva. Quién es la sanjuanina invisible que les da la bienvenida a los pibes cada sábado en la jornada de inferiores.
Nadia se presentó con mucho orgullo y contó que sus raíces y su infancia pertenecen a la Comunidad Huarpe Salvador Talquenca. Hace 15 años decidió plantar bandera entre las luces y el ruido de la ciudad; pese a las dificultades, encontró su lugar.
¿Cómo llegó San Martín a tu vida? sin duda llegó por casualidad y marcó un antes y un después: "Luis Ruarte (utilero y colaborador de las inferiores) preguntó a los vecinos del Predio Emmanuel Mas quién podía limpiar el predio cuando recién arrancaba. Yo vivía justo enfrente, estaba sin trabajo y con mi hijo chiquito. Me ofrecieron arrancar con limpieza y después vino la cocina... Me daba miedo al principio, nunca había cocinado para tanta gente. Hoy ya llevo 10 años en esto", le conotó a Tiempo de San Juan.
Todos los sábados, Nadia prepara tallarines para alrededor de 70 chicos que llegan hasta el predio de San Martín para jugar la jornada de inferiores de AFA. Arranca a las 9 de la mañana para que a las 11 ya esté todo listo. Ella cocina, arma los platos y una compañera que comenzó a ayudarla este año los acerca a la mesa. "Siempre es un desafío, porque cada sábado viene un club distinto. Hay que adaptarse a sus formas, a sus tiempos, pero siempre con respeto y dedicación. Lo importante es que coman bien, porque después juegan", dice.
Su arribo a la ciudad tuvo varios propósitos y uno muy importante fue el de estudiar para un día estar al frente de su propia marca deportiva. No fue fácil, tuvo que esquivar varios obstáculos y uno muy doloroso fue el del fallecimiento de su padre: "Yo le prometí que iba a cumplir mi sueño", dijo. Lo que se dio después se fue tejiendo solo: su marca ante la necesidad de ropa para entrenar del semillero. Confecciona desde casa y no se pone límites. Mamá, luchadora, vecina y costurera.
'Colibrí Confecciones', el nombre de su marca: "Para nosotros, los colibríes son los cuerpos de nuestros ancestros que nos visitan. Tiene un significado muy importante 'Colibrí Confecciones', el nombre de su marca: "Para nosotros, los colibríes son los cuerpos de nuestros ancestros que nos visitan. Tiene un significado muy importante
La sanjuanina comparte su vida junto a Joaquín, su hijo de 13 años que es arquero en una de las categorías del club: "Me acompaña todos los sábados. Almuerza cuando lo hace el personal. Me encantaría que algún día esté en las inferiores. No sé si es consciente de todo lo que hago, pero cuando cuenta que su mamá hace la ropa o cocina para los pibes, se me infla el pecho".
Y así, sin grandes flashes y perfil bajo, la 'cocinera' se volvió parte del alma de San Martín. Es el primer rostro que ven los chicos al llegar, el plato caliente antes del partido, la sonrisa que repite nombres de chicos que ya pasaron, volvieron y siguen saludándola como recordando el primer día.
El club me dio la posibilidad de estar cerca de mi hijo, de cumplir mi sueño, de crecer. Yo amo el fútbol y amo San Martín. Mientras me sigan dando un lugar, yo voy a estar El club me dio la posibilidad de estar cerca de mi hijo, de cumplir mi sueño, de crecer. Yo amo el fútbol y amo San Martín. Mientras me sigan dando un lugar, yo voy a estar