El próximo 29 de mayo vence el plazo para que los acreedores presenten la documentación necesaria para la verificación de créditos en el marco del concurso preventivo. Se trata de una etapa decisiva, que permitirá dimensionar con precisión el pasivo acumulado y sentar las bases legales de lo que podría ser una reestructuración o, en el peor de los casos, una disolución ordenada.