Pedaleó junto a Matesevach y Chancay y un día dijo “basta”, entonces le puso un equipo de altoparlante al Citroën y desde hace 40 años que le pone su voz a las publicidades ambulantes de políticos, negocios, circos y ferias, en 45 bulliciosos segundos llenos de nostalgia. “El Gran David” impreso en el aparato montado en el techo de su Renault 12 da cuenta de la peculiar personalidad de David Montaña, orgulloso de su pasado como ciclista y quien dice ser el último que se dedica al altoparlante en pie en la provincia.
Corría 1978 cuando se le dio por empezar con el negocio que hoy le da de comer hoy junto a otro metier que tiene que ver con su voz, como locutor del estadio en los clubes Peñarol y Del Bono. Vivió siempre en Chimbas, primero en Villa Echeverría hasta que el terremoto del ’77 le destrozó la casa y se fue al barrio Lebensohn, calles en las que se maneja como pez en el agua, pero en pleno centro de San Juan lo saludan todos.
Parecía haber nacido para pedalear, de joven compartía pistas con famosos ciclistas y logró coronarse en algunos circuitos famosos como la Doble Barreal, pero prefirió dedicarse al negocio de la publicidad ambulante, muchos años arriba de un AMI 8. Con su vehículo retro, va a paso de hombre con el volumen a full con mensajes que llegan hasta las cocinas y fondos de las doñas, las plazas de los pibes y los talleres, carnicerías y almacenes de todos los barrios.
En este viaje al pasado que conlleva su pintoresca ocupación, Don David se tuvo que aggiornar. Aun conserva el pasacassette que fue hiperactivo durante muchos años, pero ahora usa la compu para grabar y el celular para transmitir y le queda de siempre una cajita que modula el volumen y que conecta a la batería del auto para funcionar.
Toda una institución el Gran David, que se dice agradecido de la vida, de “la linda familia que tengo” con 4 hijos y 13 nietos y siempre confiado con que su esposa e hija lo guían desde el cielo.
Mirá los videos donde cuenta su historia y los secretos detrás del altoparlante.