Asegura que es clarividente desde que nació y que los ángeles, a los que llama “seres de luz”, siempre lo acompañan y le transmitieron la forma de curar enfermedades. A esa forma de sanar le llama “regeneración celular” y consiste en estimular el sistema nervioso a través de pequeños toques en la columna vertebral.
Llegó esta semana a la provincia, hizo una curación masiva y gratuita en el estadio cerrado y aprovechó para construir bases de su Fundación, que lleva su nombre. Contó que antes había estado en San Juan y que fue a verlo al Gobernador, de quien dijo “es muy buen hombre y está mejorando”.
Mey tiene 54 años, es francés, vive en México y habla español bastante bien. En México tiene decenas de Talleres de Terapia y Centros Comunitarios donde trabajan unos 30.000 voluntarios, quienes han aprendido su técnica y realizan su terapia en forma gratuita en parques, hospitales, asilos, orfanatos, fundaciones, etc.
Tiene tres libros sobre su vida y una película, “Más allá de la luz”, que dicen que cura al que la ve. Estuvo en Buenos Aires y desde su organización afirmaron que unos 70.000 argentinos recibieron su sanción en un mes.
Acá dio una conferencia de prensa donde dijo que San Juan lo recibió muy bien.
-¿Cómo fue su infancia con este don de la clarividencia?
-Nací con eso y para mí era natural vivir con eso. No puedo explicarlo, nací así por lo tanto era normal. Nunca fue problemático, yo nací en el campo con obligaciones de trabajo.
-¿Cuándo se dio cuenta que quería dedicar su vida a esto?
-Siempre, nací con este deseo de amar a la humanidad. Es verdad que no sabía cómo hacer, ni qué hacer, pero empecé a andar por los hospitales, hoy me siento feliz, me siento lleno por dentro. Tengo 54 años y soy feliz de lo que soy, de lo que doy.
-¿Es verdad que los ángeles le enseñaron a curar?
-Cuando nací ya venía con los ángeles, siempre crecí con ellos, hablaba con ellos. No todos tienen la capacidad de retrospección profunda, no todos pueden entender todo esto, pero yo siempre viví con ellos, están aquí en este momento.
-¿Los ve todavía?
-Claro, porque el plan es con ellos, yo solo no podría hacer nada, ellos me transmitieron la técnica, el camino, me ayudan a abrir puertas, cuando voy a un país ellos me abren las puertas, me facilitan las cosas.
-¿También existen seres de oscuridad, demonios?
-No, yo no conozco eso. Nunca encontré eso, no sé de dónde sale la broma del diablo, no creo en eso. Si creo en el diablo no puedo estar al frente de esto, no es que no crea, no tengo ninguna experiencia del diablo, no sé de qué se trata. La religión habla mucho del diablo y cuando se habla mucho la gente puede creer que existe y lo ven.
-¿Cómo se sostiene la organización?
-Nosotros somos muy independientes. Una vez fui a una ciudad, hice una entrevista de televisión y me preguntó el periodista dónde se podían hacer donaciones, yo le dije que no quería donativos, y me dijo: ‘pero para ayudar a tu fundación’, yo le dije que no, yo vivo así y está bien, si alguien me quiere ayudar que me ayude haciendo un servicio a los demás. Después reflexioné y analicé la situación: estamos en muchos países en poco tiempo, en dos años se expandió todo, hoy somos 30.000 voluntarios que ayudan, funciona bien porque no lo hacemos con dinero, lo hacemos con la elección del corazón y no vamos a cambiar nada. Yo hago talleres de meditación y ese dinero me permite ayudar a abrir clínicas, vendo productos y vivo de eso, es suficiente, no quiero recibir dinero en la fundación, ¿qué voy a hacer con eso? No quiero que se pierda esta filosofía. La gente que tiene comedor a veces pide a las empresas donaciones para mantenerlos y funciona bien con eso. Yo tengo una oficina con empleados, pero todo lo demás es gratuito.
-¿Qué les dice a sus detractores, a los que no creen en usted?
-No tengo enemigos. Sé que hay algunos detractores. Lo más feo, lo más difícil dentro la exposición, es la persona extremista de la religión, que no me quiere, esos dicen que soy el diablo. Pero no voy a pensar mal de ellos, la humanidad no está lista para entender el regreso de la muerte de una persona que tenía un tumor. En Buenos Aires fui al hospital, toqué varios niños y varios están mejor y después volví y una mama me dice: ‘no sé qué pasó, pero el niño se curó’. Yo le dije: ‘no piense más en eso, si lo toco y está bien no pienses que soy superman ni que soy sanador, sólo tienes que ver que el niño está bien, eso es bello’. La interpretación de la sanación según la creencia es algo buenos a veces y malo a veces.
Claves para una vida mejor
“La primera cosa es respirar bien, debemos mejorar la respiración”, dijo Mey. Lo segundo es cuidar alimentación, quitar la carne roja, no tomar alcohol, no fumar, no comer azúcar, grasas ni mucha leche de vaca. “No abusar de nada. Con una vida más sana lo primero que va a notar es más tranquilidad, más paz. Cuando vaya todos lados, e incluso en su familia, debe busca dar lo mejor, la mejor atención que puedas”, señaló.
Otros de sus consejos para una mejor vida son: Escuchar para comprender mejor. Nunca juzgar. Ir hacia dentro para poder evolucionar. El miedo no existe cuando das a los demás. Vivir como un hombre simple.
Tips
- En los Centros Humanitarios únicamente se imparte la Terapia Mey o Terapia de Regeneración Celular, la cual dura aproximadamente 8 minutos.
- En todos los Centros Humanitarios, la Terapia Mey es totalmente GRATUITA, si deseas puedes dar un donativo voluntario.
- Cualquier persona, de cualquier edad puede asistir a los Centros Humanitarios y recibir la Terapia Mey.