El hallazgo del cadáver de vieja data en el Cerro Mercedario sigue siendo todo un misterio, ya que a pesar de que se pudo confirmar que es una mujer, los peritos forenses no pueden identificarla fácilmente. La situación le abrió las puertas a las especulaciones sobre quién podría ser y, en ese escenario, surgió la historia de "la tucumana", una leyenda barrealina que cobra fuerza.
Según cuentan andinistas sanjuaninos y personas que viven en Barreal, una joven oriunda de Tucumán se perdió en la montaña allá por los años '80 y su cuerpo nunca fue encontrado. El mito urbano asegura que su padre, un gendarme retirado, durante muchos años la buscó y no lo consiguió, muriendo tiempo después en el pueblo donde su hija estuvo por última vez.
Mientras los expertos de la justicia trabajan para lograr un perfil genético y así tener material para contrastar datos que conduzcan a un nombre, los más memoriosos recordaron a la muchacha que subió al cerro en una expedición con su novio y su hermano, pero que nunca regresó.
Fue por ello que hay quienes cuentan que su papá se instaló en la localidad calingastina y todos los años realizó los ascensos para dar con el paradero de su hija. Dicen que compró una casa y que vivió en el lugar, con la esperanza de que en alguna de sus búsquedas daría resultado y se reencontraría con la chica.
Sin embargo, eso no pasó. Aseguran que murió un tiempo después en el sitio que menos pensaba, aunque lo hizo con la certeza de que era cerca de su hija. Los pobladores barrealinos comentan que sus restos descansan en el cementerio local.
A pesar de que la historia es conocida, sobre todo para quienes se dedican al andinismo, no existen registros públicos que refieran a la desaparición y posterior búsqueda. En ese sentido, las fuentes consultadas indicaron que, si están, permanecen en los archivos de la Policía o bien de Gendarmería.
Otras fuentes señalaron que en el ambiente se manejan sólo tres posibilidades de personas desaparecidas en el Cerro Mercedario: el hombre que se perdió en los años '50, el alemán Andreas Colli y la tucumana, cuya identidad es un misterio.
Las autoridades judiciales le confirmaron a Tiempo de San Juan que los restos encontrados en la montaña son de una chica de entre 18 y 30 años. Además, informaron que el cadáver data de 20 años como mínimo. Fuentes allegadas expresaron que la identificación del sexo no se apreciaba a simple vista y que la ropa que llevaba puesta no parecía ser tan antigua. "Era vieja porque no era como la que se usa ahora, pero no tanto", agregaron.