Después de varios días de debate, el juicio contra el profesor de boxeo acusado de violar a una menor finalizó con la condena aunque el fallo generó sorpresa en Tribunales. Es que si bien la fiscalía sostenía que Leandro Martínez era autor de abuso sexual con acceso carnal agravado y por ello pedía 22 años, los jueces del tribunal colegiado tuvieron un criterio distinto para valorar y no sólo cambiaron la calificación, sino que le redujeron el castigo.
El entrenador del SEP había sido acusado de un delito más grave contra la integridad sexual de una chica de 15 años, ya que para los fiscales de ANIVI sus acciones se configuraban en un abuso sexual con acceso carnal agravado por la condición de guarda. En el juicio, en el que presentaron testigos y pruebas como los chats de los teléfonos entre la víctima y el victimario, la fiscal Valentina Bucciarelli y el ayudante fiscal Nahuel Ibaceta apuntaron contra el sujeto que mantuvo vínculo con la adolescente durante más de un año.
Los representantes del Ministerio Público aseguraron que el imputado, defendido por Marcelo Salinas, manipuló a su víctima para que no se resistiera a los abusos y que los mantuviera en "secreto". Además, manifestaron que le había impuesto, bajo amenaza, no concurrir al gimnasio que dirigía, emplazado en la sede del sindicato, en Ignacio de la Roza y Salta.
En una de las audiencias, los fiscales demostraron que la víctima le pedía al sentenciado que cesara con los abusos sexuales, a través de los mensajes que intercambiaban. Es por eso que para la parte acusadora era claro que correspondía una pena dura para Martínez.
No obstante, los miembros del tribunal colegiado, Diego Sanz, Alberto Caballero y Gabriel Meglioli, entendieron que la calificación endilgada no se ajustaba a los hechos, sino más bien que la que debía ser aplicada era la que sostenía el defensor oficial, que pedía la absolución para su representado. Por tanto, modificaron la figura enrostrada por el Ministerio Público a abuso sexual por el aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima y lo condenaron a 5 años de prisión efectiva.
Como el fallo no quedó firme y se estima que haya presentación de apelaciones, al menos de parte de la fiscalía, los jueces ordenaron la prisión preventiva para el instructor de box oriundo de Rivadavia, de la Villa Seminario.
Según destacaron las fuentes, la menor comenzó a entrenar boxeo en 2024. Estaba muy entusiasmada con la práctica y por tanto generó un vínculo importante con el técnico. A partir de entonces, todo se habría excedido de los límites. Le mandaba mensajes diciéndole que tenía talento y que iba a ser famosa en el mundo del box. Dijeron que, en ese contexto y cuando permanecían solos en el gimnasio, aprovechó la situación para perpetrar los abusos reiterados.