Este fin de semana en San Juan, tres policías se vieron envueltos en hechos -justamente- policiales por los que terminaron detrás de las rejas, al menos dos de ellos: uno por protagonizar un trágico siniestro vial y presentar estado de ebriedad mientras conducía; otro por haber sido víctima de una apuñalada tras encarnar una discusión y otro por atacar a su pareja y por ello acusado por violencia de género.
El primero de los uniformados que cayó detenido fue Marcelo Alejandro Astudillo en la noche del viernes por golpear a su mujer. Según informaron fuentes allegadas a los hechos, el agente que cumple funciones en la Comisaría 2da fue sometido al test de alcoholemia y su resultado fue positivo. Con 1,5 gramos de alcohol en sangre, quedó alojado en la Seccional 26º.
Luego de un llamado anónimo al 911, sus colegas se presentaron en su domicilio del barrio Martín Fierro, en Chimbas, y tras su pareja, una mujer de 24 años, denunció a los efectivos que había sido agredida por Astudillo cuando tenía a su hija en brazos. Por todo ello, fue trasladado a la sede policial y quedó a disposición de Flagrancia para ser juzgado por violencia de género.
El segundo de los implicados que está en la mira de la justicia es Julio Nicolás Castro, quien fue apresado por las autoridades y trasladado a los calabozos de la Comisaría 18°, después de atropellar y matar a una motociclista en Ruta 40, en Albardón. Acorde a los datos oficiales, el cabo del GERAS también se encontraba en estado de ebriedad mientras conducía.
El sujeto de 30 años presentó 1,86 g/l, por lo que situación procesal se verá complicada no sólo por el fallecimiento de una persona sino también por el agravante que representa haber tenido más de tres veces de alcohol de lo permitido. Bajo las órdenes del Quinto Juzgado Correccional, el miembro de las fuerzas especiales permanecerá en los calabozos hasta que se resuelva su excarcelación mientras se instruye la causa.
El tercero y último que trascendió en las 'noticias negras' de los diarios sanjuaninos es Mauricio Carrizo de 26 años. El domingo por la madrugada ingresó al Hospital Rawson con grave cuadro de salud luego de recibir una puñalada. Fuentes policiales que intervinieron en el hecho que tuvo lugar en Villa Lucrecia, en Chimbas, indicaron que el atacante habría sido su hermano. Si bien en esta oportunidad fue el damnificado, en el pasado fue a parara tras las rejas.
Desde hace un año está suspendido en la fuerza por motivo de una sanción tras protagonizar un siniestro vial con consecuencias fatales, en el que Martín Zabala murió. Fue en enero de 2019, cuando el vehículo que conducía con tres ocupantes, entre ellos la víctima, chocó en calle Benavidez antes de Necochea y cayó al canal. Zabala que no lo logró sobrevivir era colega y oficial de Comisaría 6ta.