Esto es Josemaría.
Emprender el viaje por un camino de 205 kilómetros hasta el campamento Batidero en las unidades de transporte llamadas atego no es una experiencia sensilla. Mas de 6 horas aguardan a los trabajadores hasta llegar a la base para comenzar la rutina laboral.
Los paisajes se van transformando en caminos que se pierden en el cielo y parecen no tener fin. La altura comienza a afectar a quienes los transitan.
El camino "bipolar" hasta Josemaría es mantenido por trabajadores especializados todo el año. Los niveles de nieve complican el ascenso y la señalización del peligro es fundamental para quienes pretenden llegar a destino n la inmensidad del paisaje iglesiano.
hasta que el camino del Corredor Norte sea una realidad, llegar hasta la Reserva San Guillermo es el "peaje" natural que atraviesan los mas de 1000 trabajadores que actualmente trabajan para construir la mina de cobre mas grande y la única en su tipo de nuestro país.
La vida salvaje de la zona se mezcla con el silencio en cada bajada de descanso. Un zorro de cola colorada se asoma y aunque para quienes van por primera vez resulta una sorpresa, para los trabajadores es moneda corriente observarlos muy de cerca.
Algunas aves poco vistas para el común de los sanjuaninos a simple vista, se pueden observar antes de que la altura determine el limite para algunos animales.
Tras un recorrido que genera un coctel de sensaciones emocionales y físicas, finalmente la entrada al campamento Batidero parece una señal de descanso, confort y comienzo de la jornada laboral .
Al levantar la vista de camino al centro de las actividades ver la imponencia del glaciar "El Potro" puede distraer a cualquiera.
Los profesionales que actualmente "dibujan" Josemaría señalan al primer grupo de periodistas mujeres en recorrer el proyecto, dónde comienza el proceso de tres etapas de extracción de cobre. Aunque parece imposible encontrar de un solo vistazo donde comienza y termina, para ellos no es mas que señalar donde está su "oficina"
Al levantar la mirada pueden observarse picos de Chile, La rioja y San Juan a espaldas del Joseamría.
Acá está el mineral . "Un arrozal del desierto" o algo así parece. El cerro Josemaría en plena campaña de exploración y perforación parece un hormiguero rodeado de caminos, marcas y delimitaciones. Este es el lugar exacto donde se encuentra la veta viable de explotación de una mina que promete 19 años de trabajo para los sanjuaninos.
No todo es color de rosas. El material estéril que se descarte del proceso de explotación quedará albergado en este dique de cola. Una "nueva montaña" de 150 metro que desciende a 30 y que se pierde en este paisaje, quedará albergada en el corazón de la mina.
Con una proyección en promedio de 150 mil toneladas de roca de descarte al día, la vega que sepulta este dique de cola, será reimplantada algunos kilómetros mas adelante durante el tiempo de vida útil que dure la mina. Es aquí donde sucede el impacto ambiental directo sobre este paisaje que ya nunca será igual.
La construcción no se detiene nunca. Los trabajadores llevan y traen material largas distancias en la previa a la apertura del campamento Josemaría en u primera etapa. Una ciudad casi rozando el cielo, que albergará a mas de 4000 trabajadores en los próximos años.
Guarde en sus retinas, queridos lectores, la imagen del crecimiento minero en San Juan con un pie firme en el acelerador.
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