Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una fecha que invita a concientizar sobre este flagelo que, pese a los intentos por distintas sociedades, sigue generando víctimas fatales y un sistema de desigualdad de género que se mantiene. La historia detrás de la efeméride contempla dolor, crímenes e injusticia hacia tres hermanas que con el tiempo se volvieron la voz de la lucha de todo un sector de la humanidad.
Todo sucedió hacia 1930. María Teresa, Patria y Minerva Mirabal Reyes eran oriundas de República Dominicana, precisamente de Ojo de Agua, en el municipio de Salcedo. Eran conocidas como “Las Mariposas” y tuvieron un fuerte reconocimiento de sus pares cuando se unieron a la resistencia tras la asunción del dictador Rafael Leónidas Trujillo, en 1930.
Con el paso de los años, Minerva y María Teresa, junto a sus esposos, fueron encarceladas en varias oportunidades, siendo víctimas de torturas y violaciones. El 18 de mayo de 1960, ambas junto a sus maridos fueron juzgados “por atentar contra la seguridad del Estado dominicano” y condenados a tres años de prisión. Pero todo fue una trampa. Nueve meses después, de manera llamativa ordenaron la liberación de las hermanas, no así de sus parejas.
El 25 de noviembre, luego de visitar a sus maridos en Puerto Plata, las tres hermanas volvieron a Salcedo, a sus hogares, pero cuando llegaron al puente de Marapica, cuatro hombres las emboscaron. Estaba todo planeado por el régimen. A punta de pistola, Minerva, María Teresa y Patria fueron obligadas a subir a otro vehículo y partieron a la casa de las hermanas en La Cumbre, Salcedo.
Allí sufrieron las más violentas atrocidades. Las ahorcaron y las remataron a palazos. Una vez culminado el trabajo ordenado por Trujillo, subieron los cuerpos a un auto y lo arrojaron por un barranco, para simular un accidente. Minerva tenía 26 años. Patria, 30. María Teresa, 36. Entre las tres, cinco hijos.
La historia de Las Mariposas, sus trágicas muertes y su sentimiento de lucha ferviente trascendió fronteras y se volvieron un ícono del país.
En 1979, las Naciones Unidas consiguió la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. En 1981 se celebró en Bogotá, Colombia, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal.
El objetivo de esta jornada, además de concientizar, es alertar sobre la desigualdad, la discriminación, los femicidio y las distintas formas de violencia que padecen las mujeres en todo el mundo, de todas las clases y razas que existen. En los últimos años se sumaron a las mujeres en el reclamo lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersexuales y no binaries. La violencia de género es un problema social que debe ser respondido y visibilizado como tal.
