En medio de cada crisis se esconde una gran oportunidad. Ante la necesidad de lograr su casa propia, y en medio de la incertidumbre económica, muchas familias se vieron obligadas a conocer y optar por métodos de construcción alternativos. Descartado el adobe por no cumplir con las reglas de seguridad requeridas, en San Juan hablaron sobre dos tipos que despertaron interés durante los últimos años.
Las opciones de construcción tradicional no convencional que ganaron terreno durante el último tiempo fueron Steel Frame y Cassaforma. Según el director del Centro de Investigación para la Racionalización de la Construcción Tradicional -Circot-, ingeniero Juan Carlos Andrada, en los últimos dos años hubo una impulsión muy fuerte por estos dos métodos. Además del tema económico, el otro motivo se debe al tiempo de construcción: “En construcción tradicional la demora sería de ocho meses y en Steel Frame de cuatro meses”. También expuso que son buenas alternativas frente a una inflación galopante.
El Steel Frame trata de una construcción con placas de yeso y estructuras de acero galvanizado. Para Andrada, es indispensable la colocación de lana de vidrio, poliuretano, placas OSB -más una lámina que permite salida de calor, pero no entrada de frío-, revestimiento de telgopor de 5 centímetros parejo, malla similar a la tela mosquitera de plástico y otro capa de revestimiento.
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“En construcción tradicional la demora sería de ocho meses y en Steel Frame de cuatro meses”, dijo Andrada sobre una ventaja de este método.
Con respecto a los precios, desde el Circot confirmaron que es hasta un 40% más económica que la casa tradicional, cumpliendo con todos los requisitos. Es un valor similar al costo directo de la típica vivienda de 77 metros cuadrados-sin impuestos- que, según el centro de investigación, equivale a $51 millones aproximadamente. Cabe destacar que, según el último relevamiento de diciembre, la edificación de una vivienda tipo-una sola planta y tres dormitorios- en San Juan es de poco más de $91 millones.
El director del Circot también advirtió sobre algunos cuidados para trabajar con dicha alternativa. En primer lugar, habló sobre la obediencia a los procedimientos correspondientes. “De diez construcciones que controlamos, seis no cumplen con los requisitos”, expresó. Además de incumplir con las normas de seguridad, la inadecuada instalación de los materiales produce la reducción de la vida útil del inmueble.
“El sanjuanino se anima a otras alternativas y ver otros sistemas”, dijo Juan Carlos Andrada, director del Circot. “El sanjuanino se anima a otras alternativas y ver otros sistemas”, dijo Juan Carlos Andrada, director del Circot.
Además, afirmó que muchos perfiles de diferentes espesores no se comercializan en San Juan. Sobre ello, manifestó que en otros puntos del país, como el caso de Mendoza, cuentan con una mayor disponibilidad de estos materiales. También dijo: “Mucha gente sabe colocarlos, pero no calcular la medida necesaria para la edificación”.
“Al sanjuanino le gusta golpear las paredes y se siente más seguro en construcciones tradicionales”, contó Andrada. Ante esta preferencia, mencionó a Cassaforma como una buena propuesta. Es denominado como un método intermedio porque ofrece una construcción liviana, rápida y cuenta con un gasto similar a otras alternativas económicas. Para esta opción, es indispensable trabajar con el sistema Ecopanel o Emmedue, siendo telgopor con mallas entre soldadas y hormigón proyectado. “Es tan duro como la pared”, aseguró. ¿Hay desventajas? Sí. Para adquirir los paneles, hay que traerlos fuera de San Juan.
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Cassaforma ofrece una construcción liviana, rápida y cuenta con un gasto similar a otras alternativas económicas.
“El sanjuanino se anima a otras alternativas y ver otros sistemas”, dijo el profesional tras presentar estos dos métodos. También recomendó que toda construcción de este tipo siempre debe tener un profesional con experiencia en la materia.
Pulgar abajo para el adobe
El ingeniero destacó toda posibilidad de edificar con este histórico material. Para el profesional, no tiene normas que lo amparen como elemento seguro y además se infringe la ley: “Es como recomendar un medicamento que no pasó por una farmacéutica”.
Los estudios del Circot arrojaron que no hay fórmula de calcular la estabilidad al vuelco del adobe. Para ello, realizaron probetas, ensayos y relevamientos en más de 180 de casas con una antigüedad mayor a los 100 años que siguen en pie.
Andrada explicó que todas las construcciones con adobe tienen artilugios diferentes: “No todas son iguales”. Como ejemplo, citó que las aberturas de las ventanas eran muy finas en dichas edificaciones. Actualmente, buscan hacer un adobe muy similar al ladrillo, pero no logran obtener la estabilidad requerida. “Ante un terremoto, hay que volver a pegar los adobes”, contó.