Tiene 49 años, no da videos, pero se dejó fotografiar. De perfil híper hermético, Juan José Retamero vino a San Juan y por primera vez accedió a hablar extensamente sobre su vida y sus negocios. Empresario, abogado de formación, padre de familia. Nació en España “de madre sevillana y padre granadino”, dijo; y relató que vive gran parte del año haciendo negocios con comodities en Asia, aunque su hogar está en Madrid.
Pero ahora, San Juan ocupa el centro de su agenda. Ha decidido realizar aquí inversiones multimillonarias. Por empezar, apostó a una mina de oro en crisis en Jáchal y ahora avanza hacia una inversión millonaria para sacar metales en Gualcamayo. Además, anuncio un megaparque solar, un hub con torres mineras y de viviendas, un hotel y hasta un centro comercial. También es quien enfrenta una causa judicial con Fecovita, que sacude a la vitivinicultura cuyana, pero jura que viene a ayudar.
En un coqueto hotel cerca de las Sierras Azules, en Zonda, durante más de tres horas recibió el viernes pasado en privado a periodistas de diferentes medios provinciales. A Tiempo de San Juan le contó que comenzó en el mundo empresarial tras heredar junto a sus hermanos una firma familiar.
Tras la crisis de 2008 en España él se separó y migró a hacer negocios a Asia. “Empecé con comodities: granos, aceites, pescado, carnes, mosto. Poco a poco fui generando contratos. En 2010 firmamos uno por 184 millones de botellas de vino con una empresa estatal china en Yantai. A partir de ahí hicimos un trabajo importante, a abrirnos a diferentes países, empezamos a comprar oro y terminamos comprando Gualcamayo”, relató.
En la Argentina, su grupo empresarial se estructura bajo el nombre Aisa, 100% de su propiedad y con origen canadiense. Las operaciones se extienden a EE.UU. y Argentina. “No somos una gran corporación. Somos una familia. Pero lo que hicimos en dos años no lo logra cualquiera”, indicó
Gualcamayo, las dudas y el futuro
En 2023, Minas Argentinas -propietaria de la mina Gualcamayo- estaba al borde del colapso. “Patrimonio neto negativo, plan de cierre presentado. La compramos así”, detalló Retamero. Hoy, según asegura, el panorama es muy distinto.
¿Cómo llego a Gualcamayo? Sin ser minero ni pertenecer a una corporación, se inició vendiendo doré a una refinería con la que tenía contactos en India, “porque las que están en Canadá o Suiza no compran si no eres minero”, explicó. En 2023 Se enteró que la mina Gualcamayo estaba en venta y decidió comprarla a la colombiana Mineros. “Cotizaba en Toronto y Colombia, tuvimos que pasar un doble filtro, no fue fácil, pero entramos”, reconoció.
Tiempo de San Juan contó en marzo de 2024 los chispazos internos tras la compra de la mina, entre Retamero y los gerenciadores de la mina. Incluso de hablo de una posible denuncia penal por parte del español. Luego se produjo el alejamiento de uno de ellos, Mario Juárez. “No hubo desinteligencias”, dijo el empresario sobre las versiones que circularon entonces.
Retamero desestimó esas versiones y explicó que la desvinculación de Juárez, quien había ocupado un cargo gerencial durante el último cuatrimestre de 2023 y participó del análisis previo a la adquisición, se dio en buenos términos y como parte de una reestructuración más amplia. “Mario Juárez es un excelente profesional con una larga trayectoria en minería. Su salida fue de común acuerdo, al igual que la de otras 200 personas. Me sorprende que se quiera poner el foco en fantasmas, cuando estamos haciendo un desarrollo impresionante”, afirmó.
Según el empresario, tras asumir el control de la mina se detectaron diferencias entre las cifras presentadas en la “due diligence” (proceso de investigación antes de hacer una inversión) y la realidad operativa de los meses posteriores. “La mina estaba en una situación crítica, con riesgo de disrupción. Al ver los números reales de septiembre a diciembre, fue evidente que había que hacer un reajuste profundo y cambiar el enfoque”, sostuvo.
Invirtió 100 millones de dólares en 2024 y este año van otros 60 millones de dólares. “Hoy Gualcamayo tiene patrimonio positivo de 170 millones de dólares, produce 150 onzas de oro por día y un plan de inversión que originalmente se estimaba en 1.000 millones, aunque recientemente fue ajustado a un rango de entre 600 y 800 millones de dólares”, dijo al explicar que espera de la Nación la pronta aprobación del RIGI para desarrollar el proyecto DFP (Depósitos de Carbonatos Profundos), que tiene reservas por 3 millones de onzas. “No es que hayamos reducido la inversión, los otros proyectos que incluyen un gasoducto, proyecto de cales y planta solar lo vamos a hacer con otro RIGI”, indicó. Y ahí se desliza otra expectativa: los hallazgos de molibdeno, además de oro y otros metales, han despertado la atención de los geólogos, y también del inversor.
Otras inversiones
Otra prioridad es el megaparque solar de hasta 1.000 megas, de los cuales San Juan es prioridad, pero puede ser que parte se haga en otras provincias, como San Luis. Un equipo técnico está preparando la presentación de un nuevo RIGI, una vez que se apruebe el primero.
Además, confirmó una iniciativa inmobiliaria en el predio de la ex bodega Cinzano: cinco torres, un hotel y oficinas para empresas del sector minero. “En agosto mudaremos allí las oficinas de Gualcamayo. Inauguramos en septiembre”, indicó.
La entrevista también toca un tema delicado: su enfrentamiento judicial con la cooperativa Fecovita. Retamero asegura haber sido estafado. Y es categórico: “Hay imputaciones por estafa confirmadas por tres jueces”, dijo. Más allá de la disputa, dice que no busca beneficios personales. “Todo lo que se obtenga del juicio será reinvertido en una empresa fotovoltaica, y los retornos se destinarán a obras sociales en Argentina durante los próximos 30 años”, expresó.
Sobre Diario de Cuyo y otros intereses
Retamero dijo que le ofrecieron entre otras empresas, comprar medios de comunicación: “no sabría decir si Diario de Cuyo, pero sí algunos medios. No sé si sabríamos hacerlo”, dijom, en alusión a las versiones que lo señalaron hace un tiempo como posible comprador del tradicional medio.
En cambio, indicó que está estudiando negocios de energía y petróleo en Vaca Muerta. En el sur también tiene negocios pesqueros y acaba de comprar un barco. “Esto no lo hace una persona sola, lo hacemos en familia”, dijo, destacando que en su empresa está también su esposa María y sus hijos.
Lo cierto es que su llegada a San Juan ya dejó huella: reactivó una mina, impulsa energías renovables y planea construcciones inmobiliarias estratégicas. En un momento donde la inversión privada no abunda, es lógico que su figura genere atención, recelo y expectativas.