Miedo y desesperación es lo que se percibe en los últimos días en el país israelí. La guerra no da tregua e Irán lanzó otra vez una andanada de misiles que dejó algunos heridos. Quien se encuentra en el medio de ese conflicto en Medio Oriente es Francisco Zukerman, un sanjuanino por adopción que jugó al futsal en dos clubes de la provincia y hasta se recibió del ISEF. Desde que emigró, sus días cambiaron un poco con los estruendos y la desesperación de todo un país que le escapa a la guerra. Su vida desde el cuarto piso de un edificio, las horas en un búnker de puerta de hierro y el tener que 'salir corriendo' cuando aturde la alarma de emergencia. Su charla con Tiempo de San Juan.
Francisco Zukerman tiene 27 años y es oriundo de Buenos Aires. Hace algunos años eligió San Juan para crecer y estuvo casi una década cursando, trabajando y jugando al futsal en La Gloria y el Club Barrio Mercedario. Por sus raíces judías y querer conocer un poco la historia de sus antepasados emigró a Israel hace más de dos años.
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Con el conflicto de la guerra, contó cómo es vivir bajo el fuego de las bombas y el miedo: "Hoy en medio de una guerra no hay días normales, por más que tenga la rutina de ir de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa, uno siempre está a la expectativa de lo que puede llegar a ocurrir. Uno puede estar trabajando tranquilamente, bañándose, estar jugando a la pelota con tus amigos, durmiendo o lo que sea... y que de repente suenen las sirenas en todo el país y tener que salir corriendo en busca de un refugio para estar a resguardo de los misiles".
El país israelí está en emergencia ante la secuencia de ataques y es por eso que deben tener siempre cerca un refugio para poder buscar salida ante la inminente caída de los misiles. "Los refugios suelen estar en casi todas partes, en lugares públicos como shoppings, en los departamentos y hasta en la vía pública. Los tamaños van variando dependiendo del lugar pero están preparados para bastante gente". Sobre ese preciso instante en el que avisan las alarmas que deben correr, Zukerman dice: "En momentos en los que hay que ir al refugio, lo que se percibe es una mezcla de sentimientos... ansiedad, nerviosismo, desesperación, miedo. Uno tiene poco tiempo para reaccionar a las sirenas y correr hacia algún resguardo. En mi caso, siempre trato de mantener la tranquilidad para pensar mejor y tratar de ayudar a la gente que lo necesite, ya sea familias con hijos o gente mayor para llegar al refugio y estar a salvo".
"Yo vivo en un cuarto piso y no tengo problema en bajar las escaleras corriendo, pero siempre se intenta ayudar al otro. Una vez dentro, toca esperar y se llegan a escuchar la caída de los misiles. Es algo que no se puede explicar con palabras, sentís un estruendo muy fuerte. Unas veces tan cerca que hasta las ondas expansivas se sienten dentro, se siente como vibra todo a tu alrededor y a veces se escuchan caer los restos de misiles. Por eso es importante permanecer dentro hasta que todo se calme un poco y hayan noticias", aseguró Francisco desde Israel a Tiempo de San Juan.
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¿Penaste regresar al país después de todo este conflicto de guerra? "Se me pasó por la cabeza y mis amigos me dicen que vuelva, pero después pienso, y les digo que yo hoy elijo estar acá. Dejando en un segundo plano que acá tengo más oportunidades que estando en Argentina (aún estando en guerra). Yo siento que Israel es como mi casa, me siento muy a gusto acá. Israel es un país con una cultura totalmente diferente a Argentina y uno aprende a disfrutarla y quererla; es un país que te transmite buenas vibras todo el tiempo, te enseña a ver el lado positivo y alegre de la vida hasta en los peores momentos, a vivir el día a día porque no sabes lo que te espera mañana.
Tengo fe de que pronto se terminará todo y se podrá vivir en paz, y me siento seguro gracias al tremendo ejército que tiene el Estado de Israel que se desvive por su pueblo, por su gente y esa unión es la que me termina de convencer de quedarme a vivir acá