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SUSCRIBITETiempo de San Juan recorrió las construcciones de los hoteles Terraza y Lateral. En fotos y video, el estado de las estructuras, los grafitis en los rincones y las emotivas palabras del romance de Sergio y Eugenia.
Hay muchas similitudes. Los hoteles abandonados de Rivadavia y Zonda son parte de los imponentes cerros sanjuaninos, sus construcciones datan de los años ochenta, generaron grandes expectativas en la provincia y hoy son íconos de la desidia, pese a los rumores de inversiones y refacción que siempre quedaron en la nada. El panorama es desolador, pero las paredes de ambos edificios todavía guardan secretos e historias de arte, terror y amor.
Tiempo de San Juan visitó las construcciones de los hoteles Terraza y Lateral para mostrarlos por dentro. En fotos y video, expuso el estado de las estructuras, los grafitis y los escritos en los rincones y una declaración de amor.
El primer lugar recorrido fue el Hotel Terraza de Rivadavia. El sol impacta de lleno en el edificio y durante las ‘primaverales’ tardes del invierno sanjuanino se convierte en una parada turística ideal para curiosos y fanáticos de los deportes de montaña. “No hay problemas para entrar, pero vayan con cuidado”, advirtieron trabajadores de la zona. Un camino de ripio conecta a la Ruta Provincial 12 con el inmueble. Tras realizar la subida, puede apreciarse en las afueras del hotel el verde paisaje del camping de Rivadavia y la Quebrada de Zonda de fondo.
El estado de abandono y el paso del tiempo son notorios en el hotel. A pesar de dicha situación, no se registraron severos daños en la estructura, y como se pensó en más de una ocasión, puede reacondicionarse sin la necesidad de ejecutar grandes cambios. El piso de mármol del lobby, en base a las características del sector, permanece en buenas condiciones.
Un sinnúmero de grafitis invade la parte trasera. Sin dudas, es un rincón muy elegido por artistas. El ambiente es similar en el interior, pero la mugre también se encuentra presente. El piso permanece lleno de cajas de vino tetrabrik, botellas de plástico, escombros y tierra. Caminar por algunos espacios es una misión imposible. En las paredes hay algunos dibujos subidos de tono y escritos de nombres, apodos, grupos de amigos, clubes de fútbol e insultos. Un número de teléfono junto con la leyenda “Se vende” todavía está en el frente.
Un dato a destacar. Pese a los antecedentes, no se encontraron signos ni elementos relacionados a ritos satánicos o sectas. Quienes conocen el hotel saben que es un sitio concurrido para la práctica de ‘magia negra’. Como ejemplo, en agosto de 2016 se conoció que una visitante denunció el hallazgo de cráneo, velas y flores en esa zona de Rivadavia.
Durante el recorrido llamó la atención la presencia de una declaración romántica. Es una confesión del 9 de septiembre de 1989 y resume la historia de amor de Sergio y Eugenia. El texto escrito en una pared dice:
Para mi amor con toda mi alma
Te recordaré, te llevaré en mis recuerdos, te tendré en mi corazón. Recordaré aquellos momentos en que mi corazón latía. Al recordar mi corazón se agitará y que por más tiempo que pase nada ni nadie me hará olvidar cuánto te quise y me quisiste!
Cuánto pasamos juntos los dos!
Cuántas tristezas y alegrías!
Cuántas peleas con un perdón!
Sergio y Eugenia
Más de 10 kilómetros separan el edificio abandonado de Rivadavia del Hotel Lateral. También se llega por un camino de ripio. En inmediaciones del lugar se encuentra un predio de la Municipalidad de Zonda, una obra vial, la vegetación y la inmensidad de la Sierra de Marquesado. Poco puede percibirse del Dique de Ullum y Villa Tacú, las atracciones aledañas de la zona.
El lugar es menos concurrido que el Hotel Terraza y dos hechos lo demostraron. Un vendedor de semitones, oriundo de Zonda y quien se encontraba en la Ruta 12 a metros de la escuela agrotécnica, fue consultado por el paraje. “Sé que está pasando Villa Tacú, pero nunca fui”, dijo. Al llegar al ingreso del predio municipal salió una señora. En una mano tenía un palo y en la otra una cadena, mientras la acompañaba un perro que no paraba de ladrar. “¿El hotel? Tienen que pasar por ahí”, respondió la casera, marcando territorio de la propiedad que cuidaba.
Como consecuencia del escaso arribo de visitantes, la construcción se encuentra menos dañada y son pocos los grafitis y los escritos en las paredes. Los ‘recuerdos’ que hay en las paredes tienen características similares al del hotel de Rivadavia, desde nombres, apodos y cargadas de fútbol hasta dibujos de índole sexual y el globo rojo de Bansky. También se vieron menos elementos tirados, como botellas y cajas de tetrabrik, y salvo en cuatro habitaciones, no hay escombros en los pisos.
Todos los monoambientes son iguales. Cuentan con un baño privado y todavía permanecen los marcos de ventanas y placares, mientras que en el techo hay caños y accesorios eléctricos. Evidentemente, el vandalismo no afectó demasiado a la estructura del inmueble.
El Hotel Lateral también es señalado por ser punto destinado a la ‘magia negra’. En noviembre de 2019, un grupo de comunicadores visitó el lugar y en videos mostraron una experiencia paranormal. También son varios los que hablaron sobre la presencia de brujas. Sobre estos hechos, únicamente se encontró el dibujo de un demonio acompañado de la leyenda “Horrible” y el número 666 al lado.
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