Desde la psicología, se reconoce que el apego emocional y la necesidad de pertenencia son motores esenciales del comportamiento humano. Pero cuando el vínculo deja de estar basado en el amor mutuo y se transforma en una rutina emocional por temor al vacío, se genera una trampa afectiva.
Si te invaden estas sensaciones, debes escuchar tu voz interior:
Estás en pareja, pero te sentís solo/a. No hay amor, pero hay hábitos, recuerdos, y una estructura que da cierta seguridad. La idea de empezar de cero, enfrentar el silencio, o dormir sin ese “otro” al lado, se vuelve paralizante.
Señales de que estás en una relación por miedo y no por amor
- Ya no hay deseo ni admiración por el otro.
- Tenes más alivio en la distancia que en la cercanía.
- Idealizas otras vidas posibles, pero no actúas.
- Sentís que el vínculo es más una costumbre que una elección diaria.
- Imaginas la ruptura… pero también imaginas el vacío que dejaría.
¿Qué hay detrás del miedo a la soledad?
El temor a quedarnos solos/as muchas veces enmascara heridas más profundas que en terapia pueden ir apareciendo y dándote las respuestas del porque a esa falta de decisión o paso hacia otro estado.
La primera característica que suele aparecer es la baja autoestima: creencias como “nadie me va a querer” o “no valgo por mí mismo/a”.
También en muchas ocasiones, esa baja autoestima suele ir acompañada de un apego ansioso: una forma de relacionarnos marcada por la necesidad de aprobación externa constante.
Un punto a tener muy en cuentas son los patrones familiares y los mandatos: modelos de relaciones disfuncionales que aprendimos como “normales”. Destrabarlos te dará libertad ya que muchos vienen muy arraigados de la historia y pasado de cada familia.
Y por último la idealización del amor romántico: la creencia errónea de que estar soltero/a es un fracaso personal.
Estar solo no es sinónimo de estar vacío
Parte del trabajo interior que debería hacer todo persona, es diferenciar entre soledad física y vacío emocional. Estar sin pareja puede ser una oportunidad para reconectar con uno mismo, desarrollar proyectos postergados y establecer vínculos más sanos y conscientes a futuro.
Muchas personas detestan la soledad por no haberla conocido desde la elección, siempre la vivieron desde el abandono, o la imposición, por eso la sufren, pero cuando la eliges no es fracaso, es autonomía emocional.
¿Y si decido quedarme?
No todas las decisiones pasan por cortar. Algunas personas deciden quedarse en vínculos sin pasión, pero con respeto y compañerismo. Lo importante es ser honestos con nosotros mismos y no vivir desde el autoengaño. Quedarse por miedo no es lo mismo que quedarse desde la libertad.
Quedarse es una elección, y como tal aceptable, pero lo que no vale es quedarse y quejarse constantemente, haciendo sentir s tu pareja que no está a la altura de lo que deseas-
Si estás dudando sobre tu relación, no te castigues. Escucha tus emociones sin juzgarte. A veces, no es el fin de la pareja lo que duele… sino el comienzo de una relación más honesta con vos mismo/a.
Si estas con dudas te dejamos este test orientativo, para ayudarte a ver con más claridad que te está pasando.
TEST ORIENTATIVO: ¿Estás en pareja por amor o por miedo a la soledad?
Responde sí o no a las siguientes 10 preguntas:
1.¿Sentís que ya no admiras a tu pareja como antes?
2.¿Te imaginas una vida sin esta persona, pero no actúas por miedo a estar solo/a?
3.¿Preferís evitar discusiones solo para no incomodar o generar distancia?
4.¿Hace tiempo que no disfrutas genuinamente pasar tiempo juntos?
5.¿Tu principal motivo para seguir es el miedo a “empezar de cero”?
6.¿Pensás que, si se va, tal vez no encuentres a alguien más?
7.¿Tu pareja ya no te motiva a crecer ni te inspira?
8.¿Tenés fantasías recurrentes de otra vida más libre o auténtica?
9.¿Te sentís más acompañado/a en la rutina que en lo emocional?
10.¿Te cuesta recordar por qué te enamoraste en primer lugar?
RESULTADOS:
Estás en una relación sólida. Hay amor, aunque quizá atraviesas una etapa de rutina. El miedo a la soledad no es un factor predominante.
Hay señales de desgaste. Es posible que estés sosteniendo el vínculo más por comodidad o costumbre que por amor genuino. Reflexionar sobre lo que necesitas emocionalmente puede ayudarte a reencontrar sentido… o a tomar decisiones.
Alerta emocional. El miedo a la soledad podría estar gobernando tus decisiones. No hay culpa en sentir miedo, pero sí riesgo en ignorarlo. Considera buscar acompañamiento terapéutico para tomar decisiones desde el amor propio y no desde la necesidad.
Escrito por Carlos Fernández Coach y psicólogo
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