La semana política terminó muy caliente. Casi ardiendo. Es que el bloque de diputados orreguistas presentó en la Cámara cuatro pedidos de informe que ponen un manto de dudas sobre ciertas acciones ejecutadas durante el gobierno de Sergio Uñac. Los legisladores deberán aprobar o no la solicitud y el Ejecutivo responderá o no con información. Fue artillería pesada, en un año electoral que no termina de entusiasmar a la gente.
La presentación cayó luego de que en canal 9 difundieran un informe extemporáneo y opositor al oficialismo sanjuanino. Hay quienes ven al uñaquismo detrás de ciertas movidas contra la actual gestión. No hubo quietud en el orreguismo. Los pedidos de informe responden a una lógica distinta de relación entre la gestión que se fue y la que arrancó, con el santaluceño a la cabeza. El vicegobernador Fabián Martín habló y fue contundente. "Nuestros legisladores y algunas otras personas más han estado armando estos rompecabezas, que son realmente complejos. Recordemos que tenemos 12 diputados de 36, tenemos algunos diputados que muchas veces nos apoyan, y bueno, que a veces logramos mayoría, y otras veces no, pero esperemos poder tener en esta ocasión, cuando vuelva de las comisiones, poder tener el apoyo para que esos primeros informes vayan a los organismos pertinentes, y una vez que los organismos pertinentes informen, ahí sí, ya veremos qué es lo que se puede hacer", dijo a la prensa y hasta prometió que podría haber acciones legales -aunque no dio plazos-.
Dentro de Diputados, los legisladores creen que la intención es que los pedidos de informe avancen. Como remarcó Martín, el oficialismo cuenta con 12 votos propios, a los que se les sumarían los 4 bloquistas, según anticiparon desde el bloque. El massista Franco Aranda también sumaría su positivo como el angaquero Marcelo Mallea. Son 18 votos. El peronismo sumaría en conjunto y sin fracturas 17, quedando uno abajo de los que 18 del oficialismo. Habrá que estar atento al voto de los giojistas, que podrían cobrarse revancha por el pasado aunque hoy por hoy entre como moneda de cambio la unidad justicialista para octubre. El voto del hombre de La Libertad Avanza, Fernando Patinella, representa un misterio.
En donde no hubo misterio fue en la sede del PJ, que tuvo su pequeño cabildo abierto el miércoles 28 de mayo. Luego de que el presidente del partido, Juan Carlos Quiroga Moyano, anunciara —a título personal— que se optaría por un sistema cerrado para definir candidaturas, la fuerza peronista decidió lo inverso -como se preveía- y las internas serán abiertas en caso de que no consigan la unidad de cara a las elecciones legislativas de octubre.
La decisión de resolver las candidaturas con internas abiertas no fue ni cercanamente lo más interesante que pasó ese día en la casona de calle 25 de Mayo. Los intendentes se hicieron escuchar, en particular un eufórico Carlos Munisaga.
El rawsino insistió con vehemencia. Pidió terminar con las rupturas internas y acordar. Es que, para los jefes comunales que no haya un cierre de listas pacífico implica virtualmente –o no tanto- elegir un bando, lo que deriva sí o sí en enfrentamientos con los no escogidos. Generar más fragmentaciones cuando afrontan desafíos supremos, como gestionar con poca plata en época de vacas flacas y de mileísmo y orreguismo fuerte, sería una nueva batalla a la que no estarían dispuestos a sumarse.
Si de batallas hablamos, Caucete ha sido testigo de pugnas históricas. Así como en 1863 las tropas federales del Chacho Peñaloza se enfrentaron con las unitarias de Pablo Irrázabal y en los ’90 las cuadrillas del Emilio Mendoza disputaban políticamente el territorio con quien osara mostrar cierta ambición; hoy en día la intendenta Romina Rosas está al frente de varias disputas.
Dentro del Concejo Deliberante Rosas no tiene mayoría. La reversionada Ley de Lemas, que tuvo debut y parece que también despedida al mismo tiempo, fragmentó las lealtades en los órganos legislativos departamentales y la Intendenta lo viene sufriendo en carne propia. No logró cerrar con una de sus rivales más importantes, la dirigenta Sonia Recabarren, y los ediles peronistas que entraron gracias a los votos de la ex funcionaria de Desarrollo Humano ni siquiera le votaron el Presupuesto 2025.
A las disputas puertas adentro del departamento, en donde Rosas se enfrenta a un esquema dirigencial pejotista complejo y también machista, se le suman los conflictos en el PJ. Previo a que se resolviera la interna en el partido, en la que los popes (Sergio Uñac y José Luis Gioja) terminaron acordando el cuadro de autoridades, la Intendenta se postuló públicamente como posible presidenta. Si bien consiguió apoyo interno de un puñado de mujeres, lo cierto es que muchos la envalentonaron a sabiendas de que su demanda iba a funcionar como un mecanismo de presión en caso de que no se sellara acuerdo alguno. Terminó quedándose con las manos vacías, ya que renunció hasta a la presidencia de la Junta.
El uñaquismo viene sosteniendo un discurso interno que apunta directamente contra la gestión del gobernador Marcelo Orrego. Creen que hay peces en ese cardumen de votos para pescar. En las reuniones de intendentes se baja esta línea, pero nadie recoge el guante, solo Rosas polariza con el santaluceño. Usa sus redes sociales y también hace declaraciones públicas. Ella asegura que lo hace para “defender los intereses de los cauceteros”. Los intendentes compañeros no la escoltan. La han dejado casi sola en este enfrentamiento que sostiene. Ni siquiera el ultra uñaquista Fabio Aballay, de Pocito, le hace un guiño.
Rosas será interpelada el 12 de junio a las 10 en el Concejo Deliberante. La causa: una deuda millonaria a DECSA, batalla en la que también está casi sola políticamente. Habrá que ver quiénes le muestran lealtad en la previa a la fundación de San Juan.