Una de las iglesias evangélicas más conocidas de San Juan es sacudida por un escándalo de proporciones a raíz de un supuesto fraude multimillonario que ahora enfrenta a parte de la comunidad religiosa contra los pastores que la dirigen. El revuelo se armó después de que la comisión revisora de cuentas detectara supuestos vaciamientos de las cuentas, préstamos personales entre ellos, gastos por reparaciones de vehículos particulares y alquileres irregulares, y deudas impagas. Solo a la Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA) deben 120 millones de pesos, afirmaron los denunciantes, y ya hay una presentación judicial en la UFI Delitos Informáticos y Estafas, confirmaron fuentes de tribunales.
“Hay una maniobra de administración fraudulenta. Esta es una asociación civil sin fines de lucro, pero se descubrieron graves irregularidades financieras con el dinero que pertenece y aporta toda la comunidad evangélica”, expresó la abogada Gabriela Gordillo. La denuncia fue hecha en los últimos días por la letrada, en nombre de los integrantes de la comisión revisora de cuentas y otros miembros de Iglesia Evangélica Asamblea de Dios de San Juan. En dicha presentación apuntan contra los pastores que dirigen el consejo directivo de la congregación, cuya sede central está en la calle Mendoza al 405 Sur, en Rawson.
La letrada aseguró que los principales responsables de los manejos y las irregularidades son el tesorero, el presidente y el vicepresidente de la asociación, dado que tenían pleno control de los fondos. También aseguró que otros pastores estaban al tanto de lo que sucedía y habrían encubierto a las autoridades.
Los ingresos de dinero en concepto de diezmo significan entre 28 y 30 millones de pesos mensuales, aseguró un miembro de la comunidad evangélica.
Esta comunidad religiosa es una de las más grandes de la provincia. Posee 18 filiales en todo San Juan y la integran alrededor de 8.000 mil fieles. En promedio mueven entre 28 y 30 millones de pesos mensuales producto del aporte de esos miembros a través del llamado diezmo, explicó un integrante de la iglesia, para dar una idea de las cifras que manejaba la comisión directiva.
El escándalo se desató el 29 de mayo último durante la Asamblea General Ordinaria de la institución, ocasión en que los miembros de la comisión revisora expusieron y denunciaron públicamente el desvío de fondos, solo tomando el balance del período 2024.
En la denuncia aseguraron que descubrieron que hubo préstamos personales a los propios miembros de la comisión directiva y transferencias de dinero a cuentas particulares, que no llegó a la Iglesia. También señalaron que pagaron alquileres y repararon vehículos de los ellos mismos con fondos de la institución, mientras que no se cumplieron pagos de servicios, obligaciones impositivas y cargas sociales de los empleados. En la ARCA, la ex AFIP, arrastran una deuda de 120 millones de pesos y no hay plata en las cuentas de la Iglesia, aseguró uno de los denunciantes.
En la UFI Delitos Informáticos y Estafas confirmaron que están analizando la presentación judicial, pero el revuelo dentro de la iglesia evangélica continúa. Este jueves iba a reunirse la asamblea ordinaria y había promesa de fuertes discusiones en torno a lo denunciado.