Una mujer fue a divertirse con sus amigas a un boliche de 9 de Julio y aparentemente fue drogada. Afirmó que perdió el conocimiento y que horas más tarde despertó semidesnuda en una casa de Pocito junto a dos desconocidos y con signos de haber sido violada. Los sujetos fueron identificados y actualmente se encuentran con prisión domiciliaria mientras los investigan por un presunto ataque sexual.
La denuncia fue radicada el 31 de mayo último y ampliada el 3 de este mes por una mujer de más de 30 años de Santa Lucía, quien había ido junto a sus amigas al boliche Bunker de 9 Julio. Los ahora imputados son un mecánico de nombre Nicolás Rodríguez Altamirano y Pablo José Más, ambos de Pocito.
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Los abogados Manuel Giménez Puchol y Luis Federico Galbarini Recabarren, a la izquierda. A la derecha, el fiscal Eduardo Martínez y la ayudante fiscal Florencia Fernández junto con una colaboradora, todos de la UFI CAVIG.
La investigación a cargo del fiscal Eduardo Martínez y la ayudante fiscal Florencia Fernández, de la UFI CAVIG, se inició a partir del duro testimonio de esta mujer. Ella dijo que en la madrugada del 31 de mayo concurrió a ese boliche con unas amigas y que ahí estuvieron bailando. También contó que conversaron con otras personas, le convidaron un trago y después perdió el conocimiento. Sus amigas aseguraron que desapareció pasadas las 5. Otra testigo habría dicho que estaba fuera de sí y que se fue con un hombre, según la fiscalía.
La presunta víctima agregó que despertó alrededor de las 13 en una cama, desnuda de la cintura para abajo y solo con una remera. Allí había un hombre que le dijo que se había emborrachado y que le exigió que se marchara, que quería dormir. Éste dijo llamarse Pablo. Ella no entendía nada. En eso entró otro sujeto que se presentó como Nico, quien se ofreció a acompañarla. Ahí le entregaron una bolsa con el resto de sus prendas de vestir.
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La jueza de garantías Mabel Moya.
Ese otro hombre la llevó en un auto Peugeot 207 gris. Cuando salieron de esa casa se dio cuenta que estaban en Pocito. La mujer recordó que en ese recorrido pasaron por el frente de un hotel por hora y que el tal Nico le propuso que entraran a tener sexo, a lo que ella se negó. La presunta víctima hizo que la trasladara hasta la casa de una amiga y luego el desconocido se retiró.
La denunciante aseguró que sentía ardor en su zona vaginal y, por cómo había despertado y dónde, sospechó que había sido violada por esos hombres. Además, le contó todo a su amiga y más tarde radicaron la denuncia en la UFI ANIVI.
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Rodríguez Altamirano tuvo una crisis y tuvo que ser asistido por el médico de guardia del edificio de Tribunales.
A partir de los datos aportado por la presunta víctima y de las averiguaciones de la brigada de la UFI CAVIG lograron identificar a los sospechosos. A la par, allanaron sus domicilios y secuestraron prendas de vestir y celulares. Este mismo viernes, ambos fueron sometidos a una rueda de reconocimiento y la denunciante los señaló como los hombres que se identificaron como Nico y Pablo. Uno era Nicolás Rodríguez Altamirano y el otro Pablo José Más.
La ayudante fiscal Fernández expuso las pruebas que hay hasta ahora y les imputó el delito de abuso sexual con acceso carnal. Dijo que están a la espera de otros informes. Los abogados defensores Manuel Giménez Puchol y Luis Federico Galbarini Recabarren, por su parte, rechazaron la acusación y se opusieron a que continúen detenidos, pero la jueza de garantías Mabel Moya resolvió habilitar la investigación penal preparatoria contra Más y Rodríguez Altamirano y ordenó la prisión preventiva por un mes, bajo la modalidad de detención domiciliaria.