Los hermanos Rodrigo y Luis Verón fueron detenidos y posteriormente condenados por haber ingresado en dos oportunidades a una finca ubicada en zona rural, de donde sustrajeron una importante cantidad de materiales eléctricos. A pesar de la gravedad de los hechos, la Justicia les impuso una pena de tres meses de prisión en suspenso, por lo que cumplirán la condena en libertad, bajo ciertas condiciones.
El primer hecho ocurrió el 4 de mayo de 2025, alrededor del mediodía, cuando Cristian Checcoli, propietario del predio, se dirigió a un galpón en construcción a un kilómetro de su vivienda. Al llegar, descubrió que la tela del cierre perimetral del sector sur había sido violentada y que del interior faltaban 140 metros de cables Protedur de 4 x 1,5 mm de espesor, cuatro portafocos de porcelana con sus respectivos focos y ocho metros de cable tipo taller, también de 4 x 1,5 mm.
Pese a este incidente, los hermanos Verón volvieron a irrumpir en la propiedad el 20 de mayo, esta vez cerca de las 9 de la mañana. En esa ocasión, rompieron una tela metálica fina del galpón y sustrajeron 350 metros de cable marca Protodur de color violeta (en tres tramos) y 120 metros de cable azul de 4 x 6,2 mm en un solo tramo.
Los elementos robados fueron recuperados al día siguiente, el 21 de mayo, durante un allanamiento en el domicilio de los imputados, donde se constató la presencia del material sustraído.
En el marco de un juicio abreviado, ambos fueron condenados a tres meses de prisión condicional por el delito de robo (artículos 164 y 45 del Código Penal Argentino), con las correspondientes medidas del artículo 27 bis. Dado que se trata de una condena en suspenso, no irán a prisión, pero deberán cumplir con determinadas reglas de conducta durante el tiempo que dure la condena.