El escrache a pareja de policías en una “villa cariño” de Pocito que terminó con una sanción
Son un oficial y una agente del Comando Radioeléctrico Sur, que fueron fotografiados por un vecino en una situación sospechosa dentro de un móvil policial.
El comentario decía: “Por eso no tenemos patrullero cuando pedimos que nos den una mano por los robos, acá amando como si esto fuera villa cariño; lunes 10.50 calle 15”. Arriba aparecía la foto, captada a los lejos, de un patrullero con una pareja de policías supuestamente en una situación íntima en medio de un callejón y entre los matorrales.
Esa foto subida en Facebook el 4 de marzo de 2019 generó distintos comentarios y reproches a la Policía porque hay quienes aseguraron que esos efectivos del Comando Radioeléctrico Sur estaban teniendo sexo a plena luz del día y en horario de trabajo. A casi 2 años de esa foto viral, el caso terminó con duras sanciones contra los dos uniformados. Por medio de un decreto provincial que se publicó este miércoles en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo tomó una fuerte medida disciplinaria y los castigó con 30 días de suspensión. Es la máxima sanción de días de suspensión que establece la fuerza, lo otra era la cesantía.
El usuario de Facebook que publicó la foto del móvil policial daba a entender que la pareja de policías estaba a los besos o algo más. Además, el patrullero permanecía estacionado en un callejón perdido entre arbustos y arboledas, cerca de las calles 15 y Vidart, Pocito. Aparecieron comentarios como “están comiendo uvas jaja”, “es tiempo de amar” o “que vayan a un telo”, entre otros.
La información llegó a los jefes policiales, quienes días después abrieron una investigación interna y descubrieron que, por el horario, el día y la zona, los policías que estaban en esa patrulla eran del Comando Radioeléctrico Sur y que se trataba de un oficial de apellido Riveros y una agente de apellido Castro, que oficiaba de chofer. Ambos fueron sometidos a un sumario administrativo.
El escándalo. Esta es la publicación que generó el sumario administrativo contra los policías.
El oficial negó haber tenido sexo con su compañera y aseguró que fue verdad que estacionaron entre árboles y yuyos, pero fue porque él quiso orinar. Argumentó que se demoraron porque se ensució el pantalón y decidieron esperar. También aseguró que luego vieron a dos sospechosos que entraron a una villa cercana y aguardaron allí un rato más para ver si los entrevistaban. Eso sí, reconoció que estuvieron una hora en ese lugar y que no lo comunicaron al 911.
La agente dio el mismo relato, pero parece que mucho no le creyeron. Al menos no alcanzó para justificarlos. Si bien no se constató que hayan estado manteniendo relaciones sexuales, las autoridades policiales consideraron que su accionar representó una mala imagen institucional y social, que mostraron “debilidad moral” en momentos en que debían cumplir las funciones asignadas y que eso era considerado una falta grave.
Fue así que solicitaron al Poder Ejecutivo que castigaran al oficial y a la agente, que recibieron la sanción de 30 días de suspensión en la Policía de San Juan, de acuerdo a los establecido en el decreto provincial publicado en el boletín oficial.