Después de haber sido acusada de manosear a un adolescente en la vía pública, en Rawson, la mujer trans que fue culpada por el hecho fue condenada este miércoles a 3 años de prisión en suspenso por abuso sexual simple en perjuicio de un menor y por ello permanecerá en libertad.
Se trata de Jimena Dilara Ponce, de 35 años, quien recibió la sentencia de la jueza de Garantías Celia Maldonado cuya resolución quedó registrada como la primera pena dictada en un juicio oral y público, sobre un delito investigado por ANIVI, desde que inició el Sistema Acusatorio.
Ponce, que fue hallada culpable por Maldonado luego de que evaluara el material probatorio ofrecido durante la segunda etapa del proceso judicial, recabado a lo largo de la investigación que inició tras la denuncia de los padres de la víctima, un chico de 13 años.
Aunque la sentenciada seguirá libre, fuentes allegadas al caso señalaron que la pena se ajusta a derecho y se acerca al máximo estipulado por el Código Penal. Es que el delito -configurado en el artículo 119- supone un castigo que va de 6 meses a 4 años de prisión.
El hecho que ocurrió el domingo 14 de marzo, cuando el jovencito fue abordado violentamente por Ponce, según consta en la acusación que realizó la Fiscalía, representada por la Dra. Ingrid Schott durante la investigación. Luego fue el fiscal Iván Grassi quien ocupó su lugar en el juicio y quien llegará hasta el final.
Acorde apuntó la investigación, todo sucedió cerca de las 13.30 horas, cuando el chico fue a comprar a un kiosco de la Villa Hipódromo. El menor relató que mientras esperaba ser atendido, de un segundo a otro, sintió que alguien se le abalanzó por la espalda, le bajó el pantalón y empezó manosearlo en todas sus partes íntimas. "Se acercó por atrás y le tocó la cola y los genitales", sostiene la acusación.
El adolescente, que tenía su bicicleta, se la lanzó encima para defenderse y salió corriendo. Cuando miró hacia atrás, vio a la agresora y de acuerdo a sus características físicas logró identificarla. El chico regresó a su casa y contó lo que pasó a su madre, quien lo acompañó al negocio a buscar el rodado que había dejado abandonada tras el ataque. En ese lugar, su madre habló con el dueño del local que desconocía lo sucedido, pero ahí estaba la bicicleta.
Pasaron los días hasta que la Policía junto con la Unidad Fiscal de Investigaciones del ANIVI lograron detener a Ponce en un domicilio de Rawson. Luego de la audiencia de formalización, la acusada defendida por la defensora oficial Emilia Nielsen consiguió la excarcelación y así permaneció a lo largo del juicio.