En el partido entre Unión y Huracán de Las Heras, que se jugó el domingo 13 de mayo en el Estadio del Bicentenario, el arquero suplente del equipo mendocino, Fernando Espinoza, estaba precalentando y “atajó” una pelota que podría haber sido gol para el azul y hubiera cambiado la historia.
El árbitro, Rodrigo Riveros, debería haber cobrado un tiro libre indirecto, a favor de Unión desde fuera del área chica, y haber sancionado con la expulsión al jugador de Las Heras porque el reglamento de la FIFA 2011-2012 es muy claro en su Regla 3, apartados: El número de jugadores, sustituto o un jugador sustituido y gol anotado mientras una persona extraña se halla en el terreno de juego.
Hace unos cinco años atrás se hubiera cobrado un “bote a tierra” o pique, lo que significa que la jugada es neutral, se interrumpe el partido, se retira el “cuerpo extraño” que hubiera interferido y se continúa jugando. Pero para la situación del partido en cuestión eso se modificó. Ahora bien la jugada tuvo varios puntos para tener en cuenta:
1- El jugador estaba precalentando, y hacerlo detrás del arco de su equipo está permitido al igual que cuando se hace detrás del juez de línea, en el área entre la cancha y el banco de suplentes. El jugador quería hacerse notar y lo hizo, ahora está arrepentido porque pidió que no lo sancionen pero, a pesar de no haber sido expulsado, aún le cabe la sanción.
2- El árbitro cometió un error técnico porque el reglamento es claro en este punto y no hay lugar al criterio del árbitro; como sí podría haberlo, por ejemplo, en una posición adelantada. Además si no hubo ningún jugador que tapó la jugada, el árbitro debería haberla visto porque lo que él debe seguir es la dirección de la pelota que estaba en medio de una jugada de riesgo para Huracán en un partido donde se jugaba una clasificación. Por lo tanto al árbitro también debería ser sancionado con una suspensión por bajo rendimiento.
3- El único que realmente vio la intervención del arquero suplente fue el juez de línea pero se encontraba limitado para accionar porque si levantaba la bandera el árbitro podría confundirse y pensar que se trataba de, por ejemplo, una posición adelantada.
En la escuela vamos a analizar esta jugada porque sucede una vez en 1000 partidos pero se pedirán opiniones y una vez que se lea el reglamento se acabó la discusión.