Los integrantes de los institutos de preparación, como la Escuela de Guardaparques, debemos plantear requerimientos que puedan satisfacer las necesidades de la población, pero tenemos la gran problemática del precio. Al tener que cobrar una cuota, necesaria para los insumos básicos, siempre vamos a terminar por debajo a la oferta estatal gratuita.
Hasta el momento tenemos 20 personas inscriptas, con un registro de 600 consultas de información. El ideal para ésta primera promoción es de 50 personas, pero la cuota de inscripción sigue asustando a muchos. Nosotros asentamos una cuota básica de inscripción de 150 pesos, con una cuota mensual de 350 pesos; comparando los parámetros de precios con otros establecimientos de enseñanza privada, nos encontramos por debajo de la mayoría en materia monetaria.
El 20 de abril, en la Escuela de Guardaparques comienza el cursado de la primera promoción de Técnico Superior en Manejo y Conservación de Áreas Protegidas. Como las inscripciones se encuentran abiertas hasta el 20 de marzo tenemos la esperanza de que se incorporen por lo menos cinco personas más; la tecnicatura es un requerimiento básico necesario para el reconocimiento y aval del área de guardaparques nacionales.
Tengamos en cuenta que la provincia tiene aproximadamente 50 guardaparques habilitados para cubrir 2 millones de hectáreas; es un número ínfimo de trabajadores en consideración al trabajo requerido. Y al momento de encontrarse finalizada la ruta 150, la oferta laboral aumentará aún más, con una necesidad de aproximadamente 100 trabajadores.
Actualmente, en vez de proyectar una inversión a futuro las personas deciden no arriesgarse. En parte, por el miedo a no saber si llegará a concretar el cursado y pensar que es dinero mal gastado. Es por ello que optan por alguna carrera dictada en un establecimiento universitario estatal que, por ser gratuita, puede ser considerada como accesible, pero no es específica para el manejo y conservación de las áreas protegidas.
Desde la escuela de guardaparques somos optimistas de que las personas van a reconocer que la capacitación y el conocimiento no tiene precio. Por el momento nos encontramos realizando un trabajo de hormiga que el día de mañana rendirá fruto, siempre y cuando cambie la visión de la comunidad.