En las últimas décadas, el empoderamiento femenino, la autonomía económica y la reconfiguración de los valores sociales han llevado a que un número creciente de mujeres decida permanecer soltera en plena edad adulta. Según un estudio de Morgan Stanley, para 2030 casi la mitad de las mujeres de entre 25 y 44 años estarán solteras. Esta tendencia, lejos de ser una casualidad, es el resultado de transformaciones culturales y psicológicas profundas que también están redefiniendo el papel del hombre en las relaciones.