Un accidente de trabajo, grave, que podría haber terminado con la actividad laboral de un panadero iglesiano. En medio de su labor diaria, se le atascó un brazo en la sobadora de masa y en pocos minutos, su extremidad perdió circulación, color, presión y sensibilidad.
Un enfermero de la guardia del hospital, Tomás Perón, de Rodeo, llegó al lugar del accidente y desde el mismo lugar se comunicó con Matías Espejo, subsecretario de Medicina Preventiva, y de esta forma se activó el protocolo de aeroevacuación que tiene el Ministerio de Salud Pública. Mientras el enfermero seguía las instrucciones de asistencia al paciente, desde el hangar de la Dirección Provincial de Aeronáutica, el helicóptero Bell 429 comenzaba a hacer girar sus aspas.
En la panadería del departamento iglesiano, si bien había ansiedad y desánimo entre los compañeros del accidentado, el equipo del hospital Perón trabajó serenamente tomando las decisiones adecuadas. Se le suministraron analgésicos de tipo opioide e hidratación parenteral acorde. Instantes después, lograron desarmar la máquina y trasladar al paciente al hospital departamental.
El protocolo no supone solamente la participación de profesionales de la salud y pilotos de aeronaves, también es fundamental el apoyo de la Policía de San Juan, de la Dirección de Protección Civil, las ambulancias del 107 y de los mecánicos de la DPA.
Luego de media hora de viaje, el Bell 429, pilotado por Walter Gallardo y Pablo Slavik, aterrizó en Rodeo y la médica terapista Daniela Espejo, en un operativo que se realizó en plena ruta, recibió al paciente, ya estabilizado y listo para poder ser trasladado a la Ciudad. Después de un vuelo de 32 minutos, el helicóptero se posó en el helipunto del Hospital Rawson. Allí aguardaban un traumatólogo y un cirujano vascular.
Se le brindó el tratamiento específico y por la celeridad de todas las personas que trabajaron y el protocolo de aeroevacuación que funcionó a la perfección, el panadero iglesiano no perderá su brazo y se recupera de manera satisfactoria. Caso contrario, el arribo al hospital central hubiera demorado entre tres y cuatro horas, con un resultado, sin dudas, negativo.
Dentro del Plan Estratégico de Salud, la ministra de Salud Pública, Alejandra Venerando, puso a disposición de los servicios de los hospitales de departamentos alejados, toda la estructura posible para el traslado hacia el Hospital Rawson y otro hospital regional.
Otro traslado, en el mismo día
Una vez finalizado el procedimiento con el panadero de Iglesia, se volvió a activar el protocolo de aeroevacuación, esta vez, en Valle Fértil.
Un paciente pediátrico de cuatro años, llegó a la guardia del hospital Dr. Alejandro Albarracín con síndrome febril, dificultad respiratoria, convulsiones y paro cardiorespiratorio. Se le practicó maniobras de resucitación y se pidió la evacuación aérea de manera inmediata.
Hasta Valle Fértil llegó el helicóptero de la provincia con Walter Gallardo y Alfredo Díaz pilotando y el médico Horacio Luna, neonatólogo y pediatra. Una vez en suelo vallisto, Luna se dirigió al nosocomio para terminar de preparar al paciente y subirlo a la nave.
En 30 minutos más, el Bell aterrizó en el helipunto del hospital Dr. Guillermo Rawson y el niño es recibido por profesionales para ser atendido en sala de alta complejidad. Su estado es favorable y se encuentra internado en el nosocomio capitalino.