Una muerte misteriosa hace muchísimos años le dio vida a una de las leyendas urbanas más conocidas de San Juan. Según relatan vecinos y antiguos residentes de la zona, en una vivienda ubicada sobre calle Urquiza a metros de Pedro de Valdivia, perteneciente a una familia de apellido Chuck, funcionaba una especie de escuelita en la parte trasera del terreno. En la década del '40, una mujer que trabajaba allí falleció en circunstancias misteriosas, y desde entonces, su espíritu estaría ligado de forma permanente al lugar.
La figura fantasmal más reconocida por los habitantes del barrio es la de una anciana sin brazos, con un rodete recogido, que, según quienes dicen haberla visto, aparece sentada en la puerta de la casa, tejiendo de manera inexplicable. La imagen es tan cotidiana para algunos vecinos, que afirman haberse “acostumbrado” a su presencia.
La vivienda también despierta inquietud por otros detalles. En su fachada y en interiores se pueden ver inscripciones con símbolos que remiten a supuestas prácticas esotéricas o rituales satánicos. En el centro de la casa, una escalera de madera conduce a un piso superior. En uno de los muros, se encuentra escrita con crayón negro una frase que genera escalofríos: “El que tira de la cuerda, no podrá salir jamás”.
Según el relato popular, subir por esa escalera es una experiencia perturbadora. Cada peldaño parece alargarse indefinidamente, y algunos testigos han asegurado sentir una sensación opresiva y de temor mientras avanzan. En los escalones, incluso se encontraron bolsitas con sal, elemento asociado en muchas culturas a rituales de protección o advertencia frente a lo sobrenatural.
Estas historias forman parte del folclore urbano de San Juan, donde se entremezclan elementos reales con la construcción colectiva de relatos que perduran en el tiempo. La casa de la “tejedora sin brazos” es una de las más emblemáticas, y año tras año vuelve a ser mencionada cada vez que se evocan los misterios que envuelven a la ciudad.
Video