Lo que debía ser una celebración por su cumpleaños se transformó en un confuso episodio, que involucró a la Policía y que terminó con una detención que desató la polémica. Es que una joven de Angaco fue señalada por agredir a un efectivo y fue a parar tras las rejas, aunque desde su entorno aseguraron que se trató de un acto de discriminación por su apariencia y de abuso de autoridad.
Es por eso que organizaciones vinculadas a la comunidad LGBTQ+ se metieron de lleno en la puja que tiene por un lado a Estefanía Betiana González, señalada por golpear a un agente de la Policía, y por otro a la presunta víctima, que a su vez fue denunciada por discriminaron por orientación sexual.
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En ese marco, integrantes de La Glorieta y Ni Una Menos organizaron un torneo de fútbol mixto no sólo como respuesta al supuesto odio y ataque contra la diversidad sexual, sino también para recaudar fondos para solventar los gastos que representa el abogado que la defiende en la causa judicial que aún no se formaliza.
Durante la mañana del sábado último, varios equipos protagonizaron el campeonato que finalizó con un sentido tercer tiempo, en el que la chica que está bajo la lupa de las autoridades, acompañada por su madre, agradeció las muestras de cariño y el apoyo en la situación que le toca atravesar y que, según sostiene, sería de injusta manera.
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Entre los combinados que dieron el presente estuvieron los de las asociaciones organizadoras, el conjunto albardonero ‘Botineras’ y un selectivo que se originó para la competición con chicos y chicas de Angaco, quienes oficiaron de anfitriones en el Camping Municipal del departamento.
Según comentó Daniel Rojas, de La Glorieta, el momento que compartieron fue especial porque además de divertirse y jugar al fútbol, reflexionaron sobre la compleja actualidad que padecen algunos miembros de la comunidad LGBTQ+, quienes a pesar de los tiempos que corren -siglo XXI, matrimonio igualitario, ley de identidad de género, etc.- todavía sufren la homofobia.
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Basta con tener presentes dos casos a nivel nacional que provocaron impacto por el trágico desenlace. Salvando las distancias con el hecho que se habría producido en la provincia y las obvias diferencias, sobre todo porque se trataron de crímenes de odio, los casos de Tehuel De la Torre y el triple lesbicidio de Barracas son una alarma que se enciende y marcan que algo está pasando.
Tehuel, quien desapareció sin dejar rastro, era un chico trans y que, por haber nacido mujer y luego haber cambiado su identidad de género para ser varón, motivó el ataque de su asesino que, finalmente, fue condenado a prisión perpetua en un fallo histórico para la justicia argentina. La sentencia que fue dictada por la justicia de la Provincia de Buenos Aires instó a los tres poderes a trabajar en la elaboración de un protocolo de búsqueda de personas LGBT desaparecidas y en la declaración de la emergencia por violencia y por prejuicio a la identidad de género.
El otro caso ocurrió en mayo de este año fue el triple crimen contra tres mujeres lesbianas en Barracas, en la Ciudad de Buenos Aires. Quizás este se asemeje un poco más a lo que dicen que sucedió con Betiana González, ya que fue un hombre el que ejecutó el ataque por discriminación de orientación sexual. Desgraciadamente, el caso porteño culminó con tres víctimas fatales que fueron quemadas vivas y una sola sobreviviente. El homicida fue procesado con prisión preventiva y se espera que en los próximos meses sea enjuiciado por el brutal asesinato que fue vulgarmente catalogado como lesbicidio.
Otro dato no menor trascendió de una investigación que realizó el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que indicó que la discriminación por género está entre las primeras cuatro causas de discriminación en el país, con un 12,4% y por debajo del podio encabezado por la discriminación por pensamiento e ideología política (45,2%), la discriminación por la edad (18,8%) y la condición física o mental (14,4%). La misma encuesta ubicó a la discriminación por orientación sexual en el séptimo lugar con el 1,1%.
A raíz de la situación que incriminó a la sanjuanina, que denunció al policía de la Comisaría 20° por discriminación, el referente de La Glorieta indicó que a nivel nacional ya no existen entidades a dónde acudir cuando se presentan este tipo de conflictos. Tras el cierre del INADI y la disolución del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, indicó que en la provincia se puede encontrar el refugio de los derechos en la propia Policía y en la Dirección de la Mujer.
El confuso episodio
El hecho que se desató el 15 de septiembre, en un salón de fiestas de Angaco, es investigado de forma preliminar por la UFI Genérica, luego de que un policía denunciara que fue víctima de un ataque por parte de González y su padre.
El uniformado aseguró que se hallaba en medio de una persecución de un sujeto que había robado una moto y que, como se encontraba en el interior de la fiesta, ingresó a ese sitio para dar con él. Sin embargo, lo que relató fue que quienes participaban del evento lo agredieron y le provocaron lesiones que fueron constatadas por un médico legista.
Una de las personas que identificó como agresora fue González y, por ello, otros miembros de la fuerza que llegaron a la escena procedieron con su detención. Al cabo de 72 horas, la jueza Mónica Lucero le concedió la libertad y no la imputó por ningún delito, ya que la instrucción recién daba sus primeros pasos y no había elementos que la comprometieran de modo tal que ni siquiera pudieran endilgarle una figura penal como la de lesiones leves.
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Gentileza Diario Huarpe. El momento en que Betiana González llegó esposada a Tribunales y fue liberada por la jueza Mónica Lucero, sin que la imputara por un delito
No obstante, los actos siguen siendo indagados por el fiscal Ignacio Achem, quien deberá definir si existió o no la comisión de delito por parte de la joven que es defendida por Faustino Gelvez. Es por esa razón que sigue vinculada a la investigación preliminar que podría formalizarse y ponerla contra las cuerdas, si así lo entiende el Ministerio Público.
A partir de la aprehensión de González, en las redes sociales se desató un revuelo y fueron referentes como Dany Love los que advirtieron un caso de discriminación por orientación sexual. También desde el colectivo Ni Una Menos hicieron una fuerte publicación, en la que aseguraron que la chica había sido golpeada estando tras las rejas; algo que no pudo ser constatado por las autoridades judiciales.