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SUSCRIBITEEn la columna de hoy te mostramos una solución estilística que nos permite estar cómodas, abrigadas y modernas al mismo tiempo. Para quienes sienten que el invierno “no es fashion”, esta técnica ofrece una manera de convertir el frío en una excusa para reinventar el vestuario. Todo lo que tenés que saber, de la mano de Raffa Andrada en este miércoles con "M" de moda en Tiempo de San Juan.
Llegó el invierno y, con él, ese momento del año en que muchas personas sienten que su estilo se disuelve debajo de capas y capas de abrigo. “Me siento como una cebolla”, repiten con resignación, refiriéndose a la necesidad de vestirse por etapas, desde la camiseta térmica hasta el tapado. Pero lo que muchos no saben es que esa estrategia de vestirse por capas tiene un nombre, es una técnica estilística reconocida y celebrada: se llama layering.
El layering, que en inglés significa literalmente "CAPAS", no solo es funcional para mantener el cuerpo abrigado durante los días más fríos, sino que también es una de las herramientas más creativas que tiene la moda. Bien ejecutado, este estilo no solo abriga, sino que aporta textura, profundidad y sofisticación a un look invernal.
Lejos de ser un recurso desesperado contra el frío, el layering es tendencia cada temporada. Desde las pasarelas internacionales hasta nuestras calles sanjuaninas, en donde superponer prendas se convirtió en una forma de expresión. Combinar diferentes largos, texturas y colores no solo permite jugar con el estilo, sino también adaptarse a los cambios de temperatura que suelen ser tan variables en nuestro invierno: comenzamos el día con 5°C , al mediodía ya estamos en 15°C y a la noche vuelve el frio.
Además, permite sacar provecho de todo el guardarropa: usar vestidos con pantalones, camisas abiertas sobre remeras, chalecos tejidos bajo tapados. Es versátil, práctico y acá tenemos algunos tips claves que te hacen ver muy elegante.
No hay que tener miedo al layering. Al contrario, es una solución estilística que nos permite estar cómodas, abrigadas y modernas al mismo tiempo. Para quienes sienten que el invierno “no es fashion”, esta técnica ofrece una manera de convertir el frío en una excusa para reinventar el vestuario.
Así que la próxima vez que alguien diga “me siento como una cebolla”, podés corregirle con una sonrisa: “No, estás haciendo layering. Y lo estás haciendo muy bien”.