“La preocupación general es que la institución esté encaminándose hacia una posible quiebra, y que mientras tanto no se asuman las responsabilidades que corresponden”. Así se había expresado a este medio días atrás una trabajadora del Instituto Médico San Juan al relatar la realidad que está travesando el sector. Sucede que desde mayo la crisis se ha profundizado y las expectativas estaban puestas en la audiencia del viernes en la Subsecretaría del Trabajo, pero pese al optimismo, no hubo acuerdo.
En dialogo con Tiempo de San Juan, el secretario general de ATSA, Alfredo Duarte, confirmó que la última audiencia no registró avance debido a lo que calificó como “la intransigencia” de la administración del espacio sanatorial. “Con los abogados habíamos avanzado, pero aparece el señor Marún que maneja la administración y no quiere pagar lo que corresponde, por lo que hemos pasado nuevamente a cuarto intermedio”, confirmó Duarte.
La crisis en el Instituto Médico San Juan se viene profundizando desde mayo de este año, cuando se quedaron sin jefe médico y hubo una drástica reducción de las guardias, impactando de lleno en el salario de los trabajadores. En el espacio de salud privada trabajan entre unas 30 a 40 personas, entre las que se encuentran enfermeros, kinesiólogos, radiólogos, mucamas, telefonistas, personal de cocina y auxiliares.
Si bien el pasado 1 de julio las autoridades de la clínica se habían comprometido a resguardar el trabajo de los profesionales que hoy prestan servicio, ante el temor de un incumplimiento por parte de la administración del Instituto es que solicitaron se extendiera la Conciliación Obligatoria. Esto implica que los trabajadores no pueden ejecutar medidas de fuerza como tampoco las autoridades pueden tomar decisiones sobre el futuro de los sanjuaninos que allí trabajan.
Que la resolución del conflicto se dilate representa un tema de preocupación no solo para los trabajadores sino también para el gremio. “Si se continua con esta actitud de mezquindad no podremos solucionar los problemas de fondo. Los trabajadores hacen un esfuerzo grande para mantener el instituto en pie. Se había avanzado en sumar inversionistas, pero no se pudo seguir avanzando. Hemos pedido la conciliación obligatoria para que no despidan al personal. Lo concreto es que continua el conflicto”, sintetizó Duarte.
Pese a ello, se espera que el haz de esperanza que tanto se espera llegue en el próximo encuentro que se llevará a cabo bajo la órbita de la Subsecretaría de Trabajo.