La cantidad de remises y taxis que circulan sin licencia ni documentación para el transporte de pasajeros va en aumento, algunos taxistas que trabajan de manera legal denuncian una zona de circulación conocida como “la terminal trucha” y aportan datos del modus operandi basado en las comunicaciones por grupo y otras maniobras.
Ante esto, desde la Dirección de Control de Tránsito y Transporte aumentaron los controles, pero es difícil detectarlos porque falsifican códigos de propiedad, duplican autos y se comunican inmediatamente entre ellos para advertirse la presencia de operarios de control. Incluso varios taxistas aseguran que “los truchos tienen una parada por la terminal, pero la van cambiando cada tanto para no levantar la perdiz”. Otro de los trabajadores del rubro afirma que “se juntan cerca de la calle Estados Unidos, acá frente a la terminal” y remarcan que “un día vienen con un auto y al tiempo ya te lo cambiaron porque la guita que hacen como trucho les conviene más que si estuvieran legales. Eso lo saben, acá en la noche tenes una terminal trucha por acá y nadie hace nada”.
Modus operandi
Los taxis truchos en general llevan sólo un número de teléfono pegado con un imán en el parabrisas, como si fuera de una remisera, pero sin ninguna habilitación legal. Otros simulan ser vehículos particulares para camuflarse entre los demás conductores. Pero como afirma uno de los taxista “acá sabemos todos quienes son los truchos, pero la tienen tan clara que saben cómo esquivarte los controles”. Ante esta realidad que preocupa, Tiempo de San Juan consultó al Director de Transito encargado de dirigir los controles en la provincia, Jorge Armendáriz, quien sostuvo que “en marzo infraccionamos a 28 remises truchos y de esos 10 fueron reincidentes”, es decir que “tuvieron que pagar una multa de 24.000 pesos para sacar el auto de los depósitos de 9 de julio y recuperar la licencia de conducir”, afirma el funcionario. A pesar de ser grandes sumas de dinero a pagar en multas no parece ser un impedimento para quienes operan en la clandestinidad.
La mirada del clandestino
Al respecto, Tiempo de San juan pudo hablar con uno de los llamados “remiseros truchos”, un joven que trabaja de noche los días sábados para evitar los controles. Quien asegura que “lo hago por necesidad como segundo trabajo, aparte si lo quisiera hacer de manera legal no me alcanzaría para pagarle el auto al dueño o alquilar la licencia que está entre 200 a 300 pesos el día”.
Consultando sobre el método para operar, el conductor ilegal afirma que “lo más eficiente es el Whatsapp que tenemos, porque no pasamos otra cosa que los controles. Así que nadie escribe tonteras de más”. A estos mensajes le prestan mucha atención, incluso en los semáforos intermediarios que se encuentran en el recorrido en todo momento de su rutina en el móvil. “Sabemos que tienen grupos y que se avisan, por eso nosotros también tenemos nuestros métodos” afirma Armendáriz, quien además sostiene que “es necesario ir cambiando de lugar de control tan frecuentemente como sea posible y conociendo los nuevos métodos que tienen para operar este tipo de infractores”.
¿Qué pasa si me tomo un taxi o remis trucho?
En el caso de que uno de estos autos protagonice un siniestro vial, el pasajero se encuentra totalmente desprotegido de seguros. Como así también, no se encuentra a salvo en el caso de que el conductor tenga antecedentes o un prontuario delictivo. De hecho el Ministerio de Gobierno ha lanzado una aplicación para que el pasajero pueda advertir cuando se sube a uno de estos móviles y que pueda dar aviso a las autoridades pertinentes.