El centro le dice adiós a los teléfonos públicos

El ruido de la moneda ingresando por la ranura, intentar resumir historias mientras el minutero iba en tiempo de descuento y llamar al 19 para avisarle a tu familia que no ibas a entrar al colegio o que te había ido bien en un examen. Todo esto quedó en el pasado. Con la modernidad llegaron los celulares y las cabinas de teléfono que resistían estoicas el paso del tiempo en el centro sanjuanino serán retiradas en su totalidad por Telefónica ya que pocas personas las usan y no dan los números para mantenerlas.

En la Peatonal había varios teléfonos públicos. Algunos con cabinas, otros al aire libre. A los primeros teléfonos que se instalaron en el centro había que ponerle fichas, que se compraban en los kioscos. Desde esos primeros teléfonos solo se podían hacer llamadas locales, para hacer llamadas nacionales o internacionales sí o sí había que ir a cabinas especiales.

Las cabinas más antiguas en San Juan tenían forma de burbujita. Todavía resiste una enfrente de la comisaría 3º, en Trinidad. Pero todas las demás fueron retiradas. Luego sumaron cabinas anti viento, de estas tampoco hay más.

En la década del ’90 con la llegada de Telefónica las fichas dejaron de circular y los teléfonos empezaron a usar monedas. Los viejos teléfonos naranjas y los negros con disco fueron retirados y cambiados por los azules.

Llegó a haber 12 teléfonos públicos en el microcentro, a los que había que sumarles los semi-públicos que estaban en la puerta de los kioscos y de negocios. De éstos últimos aún quedan algunos en funcionamiento.

Marcelo Trujillo, secretario general del sindicato de los empleados telefónicos, contó que han realizado gestiones para que no retiren todas las cabinas pero que los resultados no fueron positivos. Desde la empresa de capitales españoles decidieron retirarlas. La información también fue confirmada por las autoridades de Obras de la Municipalidad de la Capital.

Este fenómeno de retirada de teléfonos públicos no sólo se da en San Juan sino que es un proceso que se registra en todo el país. El sindicato de empleados telefónicos presentó un reclamo ante la compañía multinacional porque había personal abocado al mantenimiento de estos teléfonos. Todos se fueron, decidieron acogerse a los beneficios del retiro voluntario.

En los departamentos alejados el panorama es otro. Allí todavía los teléfonos públicos y semi-públicos son usados ya que hay lugares donde la señal de celular aún no llega.

Ya sabemos que en estos tiempos se decide lo que queda y lo que se retira en base a la rentabilidad. Pero da nostalgia saber que esos teléfonos que nos escucharon decir tantas cosas ya no van a estar más. Que ahora es todo más instantáneo. Que ahora hay audios de WhatsApp. El teléfono público te aseguraba que había alguien del otro lado que te estaba prestando atención. Quizás esa despersonalización de los celulares sea lo que más nostalgia nos dé. Quizás todavía queremos saber con certeza que del otro lado alguien nos escucha.