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SUSCRIBITE Después de 18 años de espera, comenzó el juicio por la desaparición forzada de Raúl Tellechea y por ello sus hijos, amigos y familiares más cercanos se hicieron presente con la remera roja con su cara como símbolo de lucha por la verdad. Es por eso que a lo largo del debate se buscará saber qué pasó con el ingeniero y qué responsabilidad tuvieron -o no- los 12 imputados en la causa judicial.
En una sala apretada y repleta de personas en el Tribunal Oral Federal, donde literal no había espacio ni para respirar, las juezas Eliana Rattá (presidenta) Gretel Diamante y María Carolina Pereira dieron inicio al proceso ante un recinto dividido en dos: de un lado, los allegados de la víctima y del otro, los acusados, entre ellos 4 ex funcionarios.
Del mismo modo y del lado del estrado, a la izquierda se ubicó la parte querellante representada por Conrado Suárez y la fiscalía encarnada por Francisco Maldonado. Del lado derecho, se situaron las defensas de los sospechosos de hacer desaparecer a Tellechea y encubrir lo sucedido.
Pese a la cercanía entre los protagonistas, evitaron cruzar miradas entre unos y otros en un clima espeso. Y mientras se producía la lectura de la requisitoria fiscal como así también la exposición, algunos de los acusados gesticularon negando tales afirmaciones. Otros, por su parte, decidieron tomar nota, quizás para luego preparar sus declaraciones.
Los imputados son Luis Moyano (miembro de la comisión ejecutiva de la Mutual del Personal de la UNSJ y secretario de Promoción Social del gobierno de José Luis Gioja), Miguel del Castillo (exintegrante de la mutual de la UNSJ), Eduardo Oro (exintegrante de la mutual), Luis Alonso (exintegrante de la mutual), Sebastián Cortés Páez (supuesto arrepentido), Miguel González (exjefe de la Policía de San Juan), Mario León (exjefe de Seguridad Personal de la Policía), Alberto Flores (expolicía exonerado de la fuerza), Juan Marcelo Cachi (exsecretario del Consejo de la UNSJ) y Aurora Ahumada (empleada de la Mutual).
Oro fue quien movió su cabeza de un lado a otro cuando escuchó el relato de Suárez, mientras que González (el único con barbijo) y Cachi tomaron nota durante el alegato de presentación.
Por su parte, los hijos de Tellechea oyeron siempre atentos las exposiciones y evitaron hacer algún tipo de gesto, en ese momento. Con la mirada perdida o fija en un punto, se mantuvieron en silencio.
Si bien la sensación que sintieron al inicio del juicio fue de conquista, los hijos de Raúl Tellechea confesaron -en boca de la única mujer, Marina- que el dolor los atravesó en todo momento. "Estamos movilizados, es un momento durísimo, pero también estamos con la satisfacción de que finalmente arrancó el juicio", sostuvo.
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