Uno puede ser condenado y otros dos absueltos. En síntesis, es lo que está planteado a horas de la lectura de la sentencia en el juicio contra los tres efectivos de la fuerza provincial acusados de golpear, detener y armar una causa penal contra un pochoclero de Rivadavia. El fiscal hizo saber su postura durante los alegatos y solicitó que uno de ellos sea castigado con prisión de cumplimiento condicional, mientras que los otros dos sean liberados de culpa y cargo.
El más complicado es el cabo primero Nelson Fernando Hidalgo Moreno. El fiscal Adrián Riveros y la ayudante fiscal Roxana Fernández solicitaron que sea condenado a la pena de 3 años de prisión condicional e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el doble de la pena.
Distinta fue la postura en relación a los otros dos acusados: los agentes Germán Oscar Jofré y Mario Víctor Pérez. Los representantes del Ministerio Público Fiscal pidieron que ambos sean absueltos, en razón de que no se comprobó que ellos hayan castigado al denunciante y no había pruebas.
Esto se dio durante los alegatos realizados este miércoles a la mañana en el juicio oral y público contra los tres efectivos de la Comisaría 34ta de La Bebida, Rivadavia. La defensa también expuso, argumentó que el hecho no existió y pidió la absolución de todos. El veredicto del juez Diego Sanz se escuchará este jueves.
La víctima y denunciante es el vendedor ambulante Renzo Santander, de Villa Evita en La Bebida. Este muchacho y su pareja aseguraron que el 30 de mayo de 2021, mientras ellos preparaban copos de nieves y pochoclos para salir a vender, se presentaron en su casa el cabo primero Hidalgo Moreno y una vecina. El policía encaró al pochoclero y supuestamente lo increpó exigiendo que devolviera el televisor que le robó a esa vecina. También lo amenazó con armarle una causa penal para dejarlo preso en el penal de Chimbas, de acuerdo a la denuncia.
Santander relató que abrió las puertas de su casa para que revisaran todo, para que vieran que no tenía nada que ocultar. El policía se retiró, pero al rato volvió en un móvil Renault Duster de la comisaría. Su versión es que ahí adentro había otros dos policías, por eso vincularon a los agentes Jofré y Pérez. Según la denuncia, el cabo primero insultó y amenazó de nuevo al vendedor ambulante. Después lo tomó del brazo, lo subió a la patrulla y empezó a pegarle.
En su relató, señaló que lo golpearon camino a la comisaría. Más tarde le abrieron una causa contravencional y lo dejaron detenido hasta el otro día. Hubo testigos que vieron entrar al policía a la casa de Santander, además observaron cómo lo llevó por la fuerza y le pegó dentro del móvil, según testigos y la propia víctima. En el caso del agente Pérez, se corroboró que no estuvo en la villa. Y en relación al agente Jofré, nada acredita que él haya agredido al vendedor, según fuentes judiciales.
Los abogados Leonardo Villalba y Laura Reus, los defensores, sostienen que la agresión no existió, que es un invento y puso en tela de juicio al denunciante, dado que dijo que tiene antecedentes penales.
