Mariano Werner era fiel candidato a quedarse con el trono de la Copa de Oro, pero un grupo de hinchas de Chevrolet le opacaron el momento con una actitud bochornosa al taparle con papeles la toma de aire del Ford Mustang. Perdió tiempo en boxes y le arrebataron la chance de ser campeón: "Si fue sin querer, lo perdono. Si no, siempre hay una justicia divina", dijo a la prensa.